Las empresas familiares reclaman a los gobernantes «remar en la misma dirección» para luchar contra el coronavirus y la crisis económica que conlleva y evitar diluir esfuerzos en «batallas estériles», según planteó ayer el presidente de la empresa familiar, Marc Puig, durante la clausura del XXIII Congreso de la Empresa Familiar.

«Tenemos más en común que cuestiones que nos diferencien, por esta razón y por uno de los escenarios más difíciles de la historia reciente, saldremos reforzados si remamos todos a una que si empujamos en distintas direcciones», añadió.

Puig también pidió una «batería de medidas adecuadas» para salvar a algunas empresas de la quiebra que puede suponer esta crisis y mitigar su impacto en otras muchas. «Todos nuestros esfuerzos deben estar dirigidos a hacer posible que el máximo número de empresas, y en particular las empresas familiares a las que representamos, y que significan un porcentaje muy elevado del empleo de este país, puedan superar esta difícil situación», indicó.

El representante de las empresas familiares insistió en pedir al Gobierno que centre su agenda en este esfuerzo y deje «otras prioridades para otros momentos». «Aparquemos algunas iniciativas legislativas que sólo ponen más trabas a la empresa y prioricemos la protección del tejido empresarial», señaló.