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El fin de la vida útil pone en peligro el 28 % de las plantas de energía de la cerámica

La prórroga aprobada hace dos años acaba hoy sin una alternativa

Planta de cogeneración de gas natural de una fábrica de Castelló. | LEVANTE-EMV

El fin de la vida útil pone en peligro a corto plazo a casi una de cada tres plantas de energía del sector de la cerámica. En 2019 agotaron su vida útil cuatro instalaciones y en 2021 lo harán otras cuatro, que representan el 28 % de las centrales de cogeneración de las azulejeras y el 21 % de la potencia global. El Gobierno no ha extendido los permisos hasta 2030 para que puedan seguir operando en condiciones de rentabilidad las plantas de cogeneración valencianas ni ha aprobado un Plan Renove como reclama la Generalitat. Una prórroga aprobada hace dos años como solución provisional acaba hoy sin una alternativa clara. La Asociación Española de Cogeneración (Acogen) advierte de que el recorte «implica subir un 20 % los costes energéticos de las industrias y empeorará al menos un 15 % la eficiencia energética de los sectores industriales electrointensivos».

Los azulejeros son los principales perjudicados por el final de la vida útil de las plantas de cogeneración, pero el problema también afecta a papeleras, químicas, refinerías y algunas firmas del textil. Estas empresas se quedarán sin un marco retributivo que haga rentable el uso de la cogeneración al haber vencido la prórroga de dos años aprobada en diciembre de 2018 y no haberse aprobado en ese tiempo un plan de renovación de plantas. La patronal Acogen asegura que desde hoy se verán afectadas 46 plantas cogeneradoras de toda España que suman una potencia de 442 megavatios (un tercio de la de la central nuclear de Cofrentes) y en tres años serán doscientas. De estas primeras plantas que acaban el periodo de su vida útil, más de una decena se encuentran en la Comunitat Valenciana, cinco en Aragón, cuatro en el País Vasco y tres en las comunidades de Navarra, Galicia y Cantabria, según fuentes del sector. El problema de fondo es que no hay una alternativa a corto plazo ya que las industrias que necesitan energía térmica para su proceso industrial utilizan fundamentalmente la tecnología de cogeneración.

La Asociación Española de Cogeneración insiste en que «el Gobierno comunicó su intención de solucionar el problema con una subasta de régimen retributivo específico que no ha convocado, lo que supondrá un desastre para la industria termointensiva que necesita mantener activas estas plantas para preservar su actividad industrial, el empleo y la competitividad». Las empresas azulejeras están explorando como solución a largo plazo (año 2030) el uso de hidrógeno verde con el apoyo del Consell, pero a corto necesitan que la energía no se encarezca.

La patronal azulejera subraya que defiende la cogeneración «como herramienta de eficiencia energética, de contribución a la reducción de las emisiones y como aliada de la competitividad de la industria asociada».

La industria azulejera consume casi un tercio de la potencia energética valenciana

Las fábricas azulejeras son consumidoras intensivas de energía. El sector cerámico utiliza aproximadamente un tercio de la energía final de toda la Comunitat Valenciana. El 90 % de este consumo es térmica (para los procesos de atomización, secado y cocción) y el resto eléctrica. Las compañías cerámicas funcionan desde hace treinta años con plantas de cogeneración (que generan el calor y la electricidad con gas natural). Las directivas europeas reconocen el potencial importantísimo de las plantas de cogeneración. Sin embargo, su desarrollo se ha estancado por las suspensiones temporales de los permisos para las plantas solicitadas, a lo que se suma la amenaza de desmantelamiento de las que van cumpliendo su vida útil. Las azulejeras tienen unas 28 plantas de cogeneración y después de 2021. Los azulejeros insisten en que necesitan «una solución para las plantas que alcanzan su vida útil para que sigan funcionando y las empresas sean competitivas.

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