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La cerámica, en pie de guerra por la nueva norma sobre sílice cristalina

Las patronales Ascer y Anffecc denuncian que la medida aprobada por el Consejo de Ministros la semana pasada perjudica al clúster industrial al restringir la competitividad de sus empresas

Interior de una fábrica de fritas y esmaltes cerámicos. | LEVANTE-EMV

El sector cerámico está en pie de guerra contra la nueva medida aprobada el martes de la pasada semana en Consejo de Ministros relativa a la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos o mutágenos durante el trabajo.

Tanto desde la patronal azulejera Ascer como de Anffecc, que agrupa a las empresas productoras de esmaltes, fritas y colores cerámicos, se ha denunciado a través de diversos comunicados que el RD 1154/2020 supone un agravio para el sector pues transpone la directiva europea 90/394/CEE, relativa a valores límites para determinadas materias primas, pero «impone unos valores más restrictivos que los del resto de Europa, específicamente sobre las materias primas que tengan sílice cristalina fracción respirable, comúnmente utilizadas en toda la industria cerámica».

En este sentido, ambas asociaciones empresariales señalan que la Unión Europea fija un valor límite por fracción respirable de 0,1 mg/m3, cantidad que también había sido consensuado en España por los distintos sectores interesados y era el que estaba previsto en los borradores de trasposición de la norma europea. «Sin embargo, a última hora, y sin consenso, desde el Gobierno de España se ha fijado un valor límite de 0,05 mg/m3, inferior al europeo, que perjudica no sólo a la industria, sino también a otras actividades asociadas como canteras, atomizadoras, actividades portuarias, transporte por carretera…».

Desde la patronal azulejera se subraya que el nuevo gobierno «no ha tenido en cuenta ni el trabajo del anterior ejecutivo ni de todos los sectores implicados y ha fijado un valor límite de 0,05 mg/m3 que dinamita todas las previsiones y las inversiones realizadas por las empresas para ajustar sus instalaciones». De hecho, Ascer también entiende que esta decisión «es manifiestamente contraria a la industria y no está teniendo en cuenta todas las implicaciones que tiene para las empresas ni para los sectores afectados. Mientras que en Europa, todos los estados miembros tienen un valor límite de 0,1 mg/m3 con el que pueden llevar a cabo inversiones más asequibles que les permite mantener la competitividad, en España, fijar un valor límite de 0,05 mg/m3 nos supone duplicar los esfuerzos de nuestros competidores lo que multiplica por dos la pérdida de competitividad frente a nuestros vecinos europeos y exponencialmente frente a nuestros competidores de fuera de la Unión Europea».

Para Anffecc, «no se entiende que, sin consultarnos previamente, impongan un límite que va en contra de nuestra competitividad, al ser más restrictivo que el del resto de industria europea». Por este motivo, solicitan que se revise la normativa aprobada el martes «para equipararla a la europea, pues es un lastre para nuestro sector, supone una amenaza y restringe las posibilidades de competir en el mercado internacional, especialmente en momentos tan difíciles como los actuales».

Además, se especifica que la reducción de los valores límites para determinados agentes entre ellos la sílice cristalina respirable, «afecta de lleno al sector azulejero y al esmaltero, pero también a otras muchas actividades de la provincia de Castelló como la actividad en los puertos, canteras, atomizadoras y transportes de graneles, así como a todas las empresas relacionadas con ellas».

Las asociaciones empresariales de la industria cerámica rechazan de manera tajante «las formas y sobre todo el fondo de este RDL» y se especifica que no solo se publica «en fechas que ofrecen escaso tiempo de respuesta, sino que además no se tiene en cuenta a los órganos consultivos, sectores interesados ni potenciales perjudicados».

«Siempre hemos defendido la necesidad de garantizar los puestos de trabajo y seguir manteniendo nuestros centros productivos en España, pero decisiones como estas no facilitan el poder seguir haciéndolo sin perder competitividad», se subraya desde la patronal esmaltera, que puntualiza que el decreto también prohíbe la contratación de personal proveniente de las Empresas de Trabajo Temporal para cubrir puestos de trabajo con exposición a este tipo de agentes. Esto choca con la práctica en las empresas cerámicas de la provincia, que frecuentemente se nutren de trabajadores temporales para dar cobertura a todo tipo de servicios.

Fondos europeos

Por otro lado, la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc) reclama la llegada de los Fondos Europeos de Resiliencia y Recuperación que a principios del pasado mes de noviembre aprobó el Parlamento Europeo, pues «las ayudas europeas son imprescindibles no sólo para dar estabilidad a la situación económica actual, sino para invertir en proyectos de I+D+i que permitan a la industria adaptar sus procesos a las nuevas exigencias reglamentarias, con el fin de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera».

La UE ya ha señalado que el 30 % de estos fondos se destinarán a la lucha contra el cambio climático, el mayor porcentaje del presupuesto europeo jamás asignado. De ahí el interés de Anffecc en que la Administración «facilite el acceso a los mismos, ya que desde hace muchos años el sector es consciente de la necesidad de invertir en la prevención del cambio climático». De hecho, desde que comenzó el sistema de Comercio de Emisiones, la industria de fritas ha reducido un 35 % sus emisiones de CO2 a la atmósfera.

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