La multinacional castellonense Porcelanosa ha firmado una alianza con Iberdrola para agilizar los plazos de electrificación de sus centros de producción en Castelló con energías renovables como alternativa al gas natural. Las dos compañías han creado un grupo de trabajo para analizar qué tecnologías son más eficientes para reducir las emisiones de CO2. Todo el sector azulejero ha iniciado una carrera para descarbonizar su producción (ante las restricciones de emisiones impuestas por Bruselas) y confía en el hidrógeno verde (que se produce con energías renovables). Porcelanosa ha ido un paso más lejos con el acuerdo con la compañía eléctrica.

Porcelanosa e Iberdrola estudian conjuntamente soluciones energéticas para las instalaciones centrales de la compañía cerámica, como la utilización de bombas de calor de alta temperatura de máxima eficiencia en los secaderos, así como el uso combinado de energía renovable y el suministro de hidrógeno verde para alcanzar la temperatura necesaria en los atomizadores (de secado de las arcillas) y hornos híbridos. El objetivo final es impulsar la electrificación del proceso productivo de la compañía cerámica a través de la mejora de la eficiencia energética y el aprovechamiento del calor residual.

Iberdrola acompañará a Porcelanosa en su plan de descarbonización en tanto que todas las soluciones energéticas y los consumos de las plantas de la compañía estarían soportadas por fuentes de energía libre de emisiones de CO2, incluyendo la posible instalación de una planta fotovoltaica de autoconsumo. El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán colaborará también en el desarrollo de los proyectos y la ingeniería necesaria para apoyar la ejecución de estos planes de descarbonización innovadores, que podrían optar además a convocatorias de ayudas públicas, tanto europeas como nacionales o autonómicas.

El proyecto de Porcelanosa va en paralelo al del grupo valenciano Etra, que lidera un consorcio europeo que planea la construcción de una megaplanta de hidrógeno verde en Castelló para suministrar combustible a las empresas cerámicas. En el proyecto se ha implicado la multinacional energética italiana Enel y cuenta con el apoyo de la Generalitat. El grupo ha pedido apoyo financiero a la Unión Europea para que la planta (que incluye un innovador electrolizador de 100 MW) esté operativa en 2024. El electrolizador es donde se produce la electrólisis que permite convertir el agua -h2O- en hidrógeno y oxígeno. La iniciativa está impulsada por 26 empresas cerámicas de Castelló y las patronales azulejeras y de fritas (componente principal de casi todos los esmaltes cerámicos): Ascer y Anfecc.