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La Comunitat Valenciana perdió en 2020 más del 7 % de las oficinas bancarias

El número de sucursales se redujo en el año de la pandemia en 168, con lo que la autonomía ya solo tiene menos de 2.100, una cifra que está por debajo de la mitad de las que había en 2008, cuando se inició la Gran Recesión y la reestructuración

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Así se ha puesto el nuevo nombre de CaixaBank en el edificio de Pintor Sorolla

La estrella diseñada por Joan Miró como logotipo de La Caixa (hoy CaixaBank) en 1981 ya luce en el histórico edificio de Bankia, situado en la calle Pintor Sorolla. El cambio se produjo este mismo sábado, apenas un día después de que la absorción de la entidad nacionalizada por el grupo catalán se haya hecho efectiva

La entidad resultante de la fusión va a mantener la marca CaixaBank, con lo que la de Bankia desaparecerá. José Ignacio Goirigolzarri, hasta ahora presidente de Bankia y desde el próximo martes presidente de CaixaBank, explicó este viernes que el cambio de la marca en los grandes edificios corporativos se producirá a lo largo de la próxima semana, pero que en los más significativos tendría lugar este mismo fin de semana.

Uno de los edificios que ya ha dejado atrás la B de Bankia por la estrella azul de Caixabank fue el de las famosas «Torres Kio» del paseo de la Castellana de Madrid, edificio emblemático que albergaba la sede operativa del banco nacionalizado en la capital de España y que ayer pasó a identificarse con el logotipo de la empresa catalana. Este sábado se completó la rotulación de las caras norte y sur, y se espera que hoy mismo se realice el cambio de las fachadas este y oeste.

En toda la red de oficinas el cambio no será tan rápido, sino más bien progresivo, y la conversión a la nueva marca llevará unas nueve semanas, que comenzarán a contar desde el próximo día 5 de abril.

Los canales electrónicos (web, móvil y cajeros), también se personalizarán para incorporar la imagen de CaixaBank a la de Bankia. En cuanto a la web comercial de Bankia, esta se mantendrá hasta la integración tecnológica prevista para finales de año.

Desde los casi viejos tiempos de la Gran Recesión, cuando en 2008 alcanzó su pico, la red de oficinas bancarias no ha hecho más que retroceder ejercicio tras ejercicio en busca de mayor rentabilidad y conforme las entidades iban concentrándose. Y 2020, el año de la pandemia del coronavirus, no ha sido una excepción. Según los últimos datos publicados por el Banco de España, el número de establecimientos abiertos en la autonomía a 31 de diciembre de 2020 ascendía a 2.164, lo que implica una reducción de 168 respecto a las 2.332 que había al cierre de 2019.

La reducción en la Comunitat Valenciana es superior, en términos porcentuales, a la registrada por el conjunto de España en el mismo período. En todo el país, el número de oficinas bancarias se situó al finalizar 2019 en las 22.299. Por tanto, se cerraron 1.552 establecimientos. Dicho de otra manera, bajó la persiana el 6,6 % del total.

El Instituto Valenciano de Finanzas aún no dispone de los datos del conjunto del ejercicio, pero sí tiene el detalle hasta el tercer trimestre de 2020. Al finalizar septiembre, en la autonomía había 2.188 sucursales, lo que supone que en los tres últimos meses del año el cierre de establecimientos financieros había ascendido a 24.

Se trata de una cifra inferior a la que se había contabilizado en el resto del año, un período caracterizado por las restricciones a la actividad y los confinamientos para tratar de luchar contra la covid. Así, en el primer trimestre desaparecieron 32 oficinas en la Comunitat Valenciana, en el segundo, 44 y en el tercero, 68.

El ajuste de estructura, como ha quedado dicho, ha sido muy intenso desde la anterior crisis. Tan es así que en 2008, cuando la Gran Recesión empezó a mostrar su crudeza, la autonomía llegó a su máximo histórico de sucursales, con 5.061. En los trece años que han transcurrido desde entonces, la red se ha reducido a menos de la mitad con las citadas 2.188 sucursales.

Y la situación no se detendrá ahí. Con unos márgenes por los suelos por los tipos de interés y un negocio que se dirige a marchas forzadas hacia la digitalización, la banca está encaminada a un nuevo tipo de red para reducir costes y ser más eficiente: menos locales y más operativa en cajeros y a través de medios digitales. Por tanto, también menos empleados. Las operaciones de integración que se van a consumar este año van a ser la ocasión perfecta para proceder a un recorte tanto de plantillas como de oficinas.

Es el caso de CaixaBank, que acaba de absorber a Bankia. Falta concretar cuáles serán los números, pero está meridianamente claro que la nueva entidad, que lleva ya el nombre de la primera, reducirá de forma importante su red, que tiene un peso muy significativo en la Comunitat Valenciana, no en vano la primera absorbió el Banco de Valencia y ya tenía mucha presencia en la autonomía, y la segunda fue cofundada por Bancaja.

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