Los nubarrones que trajo la pandemia se van despejando pero las cuentas corrientes del pequeño comercio valenciano todavía no terminan de verlo reflejado. El sector da claros síntomas de recuperación gracias al nivel que marcan la confianza tanto del empresariado como del consumidor y a las cifras de empleo, aunque las ventas de junio se han quedado por debajo de las del mismo mes del año anterior. Así se desprende de un informe publicado ayer por la oficina de comercio y territorio Pateco sobre la situación del comercio minorista de la Comunitat Valenciana.
Junio es un mes marcado en rojo por los pequeños negocios valencianos debido al inicio del periodo de las rebajas de verano. Su pistoletazo de salida ha tenido, como es habitual, un impacto directo en el mercado laboral. El sector minorista ha cerrado el mes de junio con 6.075 afiliados más que el año pasado tras firmar casi 12.000 nuevos contratos en el mes, 4.428 más que en el mismo periodo del año anterior. Además, de los casi 20.000 valencianos que sigue en ERTE apenas 1.652 son trabajadores del pequeño comercio (8,3 %), que ha rescatado de estos expedientes a casi 8.000 personas desde febrero.
Pateco vincula esta reactivación del empleo con la mejoría de las expectativas de venta de cara a la campaña de rebajas. Una situación que sin embargo no se ha terminado de producir, ya que el comercio minorista valenciano ha menguado su facturación en un 1,5 % respecto a junio de 2020.
Las asociaciones más representativas del pequeño comercio vienen reclamando la vuelta a la regulación de este periodo de descuentos, liberalizado por el PP hace años y que, argumentan, ha diluido su impacto económico. También el auge de la venta online, acelerado durante la pandemia, ha colaborado a este frenazo de las rebajas.
Debido a la heterogeneidad del sector, el volumen de facturación oscila entre ramas de actividad. La alimentación, que ya creció en 2020 por los cierres hosteleros, escala otro 3,4 % mientras en España se queda plana. La recepción de turistas llegados a sus segundas residencias podría explicar este fenómeno, según Pateco. En el otro extremo se sitúa el comercio de equipamiento personal —moda, calzado y complementos—, que recupera algo de terreno tras caer un 27 % en 2020 pero sigue más de diez puntos por debajo de sus índices previos a la crisis sanitaria.
En cualquier caso, el estudio de Pateco también detecta una cierta vuelta a la normalidad de algunos hábitos prepandémicos. Por ejemplo, la afluencia a los principales ejes comerciales de las ciudades valencianas se recupera paulatinamente tras desplomarse de media un 27 % durante 2020, toda vez que el crecimiento de las ventas online tiende a estabilizarse, aunque en una cota mucho más elevada que en 2019.
El estudio revela que la evolución de la crisis sanitaria ha abierto una ventana de esperanza tanto a propietarios como a clientes. La confianza de los primeros ha vuelto a niveles de 2019 tras 12 meses hundida, mientras que la del consumidor marca su pico en pandemia y acumula cinco meses consecutivos creciendo.
El Consell aprueba la moratoria a los artículos polémicos del Patsecova
El Pleno del Consell aprobó ayer el decreto ley por el que se aplaza de forma oficial la entrada en vigor de cuatro artículos de la normativa del ‘Plan de acción territorial sectorial del comercio de la Comunitat Valenciana’ (Patsecova), que de esta forma se pondrá en marcha el 1 de septiembre pero sin sus apartados más conflictivos, como ya informó este diario el 17 de julio. En concreto, los artículos demorados son el 38.3, el 39.1, el 45, el 46.4 y el 46.5, que hacen referencia al límite de superficie a partir de la cual un establecimiento debe pedir una segunda licencia autonómica, al número de plazas de aparcamiento o a la clasificación de los comercios según su impacto en el territorio y que fueron los que provocaron choques con las grandes cadenas de supermercados.
