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El mueble no encuentra empleados pese a que el negocio se ha disparado tras la covid

La patronal dice que los sueldos son «buenos» y los alumnos de cursos hallan empleo de inmediato

Varios alumnos en un curso de construcciones de madera. | LEVANTE-EMV

Es una de las grandes paradojas del mercado laboral español: la lista de parados es larguísima, sobre todo entre los jóvenes, pero hay sectores de actividad que padecen una acuciante falta de trabajadores. Así está una industria manufacturera clásica de la Comunitat Valenciana, la del mueble y la madera, que se está beneficiando de forma extraordinaria del boom de las reformas y rehabilitaciones de casas que ha provocado la pandemia de la covid pero que busca y no encuentra trabajadores que permitan a las empresas no estancarse y asumir la carga de faena añadida.

El presidente de la patronal del sector Fevama, Alejandro Bermejo, se declara estupefacto ante la situación, en especial porque las empresas están ofreciendo «buenas remuneraciones. Uno que empieza a trabajar sin saber nada del oficio puede cobrar 1.200 euros al mes». Los cursos de formación que ofrece la organización son garantía de empleo seguro: «Si tenemos cien, se colocan todos y si hubieran 300, también». El gran problema es que «no se presentan los suficientes», lo que incluso pone en peligro la realización de estas acciones, que precisan de una cuota mínima de alumnos. En estos momentos, tal como confirmaron fuentes de Labora, hay cuatro accciones que ofrecen formaciones multidisciplinares, desde la instalación de elementos de carpinería como el montaje de puertas, frisos y pequeñas estructuras hasta la construcción completa de casas de madera. En los cuatro hay dificultades para encontrar los alumnos suficientes, motivo por el que este departamento de la Generalitat está lanzando a través de las redes sociales una intensa campaña de captación.

Todo ello en un contexto dulce para el sector gracias a la alta demanda. Bermejo explica que «mucha gente que antes gastaba su dinero en ocio lo está haciendo ahora en el hogar una vez vistos los efectos de la pandemia, el confinamiento y las restricciones. La gente salía mucho antes y ahora está más en casa». El presidente de Fevama añade que muchas familias llevaban una década sin invertir en sus casas. Además, la segunda residencia «está tirando con fuerza porque mucha gente la está reformando ante la eventualidad de otro confinamiento para trasladarse allí». Esas rehabilitaciones en su conjunto implican el cambio de puertas, armarios, ventanas, muebles. Además, los hoteles, con la vuelta a la actividad, han retomado las reformas. Por si todo esto fuera poco, buena parte de los fondos europeos irán a rehabilitación de viviendas. Bermejo calcula que en España se pasará de 30.000 reformas anuales a 300.000. Y todo ello abonado con el ahorro conseguido en la pandemia.

Un primer problema es que, como la tendencia es a nivel mundial, el precio de las materias primas ha subido considerablemente porque «el mercado no da abasto». Las exportaciones crecen un 40 % y las ventas nacionales, un 10 %. El otro es el de la falta de trabajadores, que no es exclusiva del mueble sino que afecta a otras actividades como electricistas, metalúrgicos o fontaneros. Esta carencia, según Bermejo, implica que muchas empresas no pueden hacer frente al incremento del negocio por la falta de manos para ejecutarlo. Fevama reclama que las administraciones diseñen políticas para atraer a los jóvenes a la Formación Profesional.

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