La tercera reunión negociadora entre la dirección de Ford Almussafes y los sindicatos de la planta valenciana finalizó ayer sin grandes avances más allá de la constatación de que la empresa está decidida a apretar las tuercas para rebajar la masa salarial y las condiciones laborales de la plantilla mientras se resiste a asegurar el futuro del turno de noche, el primer castigado en cada ERTE y cuya continuidad en el medio plazo preocupa a las organizaciones sociales.
Así, según informó el sindicato mayoritario de Almussafes, UGT, la dirección insistió en la cita de ayer en la «importancia» que recortar los sueldos y revisar las jornadas laborales tendrá para la competitividad de la factoría de cara a «futuras decisiones». Cabe recordar que Ford Europa anunció hace escasas semanas que se dispone a acometer de forma inminente una reestructuración de su división en el viejo continente para adaptarse al modelo de negocio que vendrá con la electrificación.
Mientras, la compañía no aclaró el futuro del turno de noche, la principal petición sindical, pese a que las organizaciones sociales reclaman un «anuncio oficial cuanto antes». Aunque no tienen constancia firme, fuentes de los sindicatos admiten su temor de que este turno nocturno esté en riesgo de desaparecer conforme comiencen a vencer modelos como el Mondeo, la S-Max y la Galaxy y el Kuga pueda fabricarse solo en rondas diurnas.
UGT reclamó otras cuestiones que deben ser objeto de acuerdo, como los contratos de relevo, la mejora del plan de igualdad y la flexibilidad para el teletrabajo.
