El Gobierno dio luz verde en el Consejo de Ministros de ayer al anteproyecto de ley para reformular los planes de pensiones de empleo e incentivar su cobertura. Una de las novedades que introduce la medida es la creación de fondos de promoción pública, como alternativa a los privados y desde los que se ofrecerán productos de ahorro a largo plazo con un coste menor que el actual; según explicó el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. El uso actual de estos fondos para complementar las prestaciones es residual, solo cubre a uno de cada 10 trabajadores y se concentra en grandes empresas y en la Administración. La intención de Escrivá es generalizar este producto para sumarse a las pensiones públicas y que llegue a pymes y autónomos.
Para alimentar estos fondos, compañía y trabajadores pactan vía acuerdos de empresa o convenios colectivos destinar una aportación periódica a ellos. Cada trabajador tiene su propio ‘monedero’, en el que va depositando esas aportaciones y que se guardan en la ‘hucha’ común que son los planes de empleo. Estos se agrupan para que un órgano gestor de los mismos pueda invertir con ellos, conseguir así rentabilidad y engordar de manera adicional dicha ‘hucha’. Una vez el trabajador se jubila, cobra el importe acumulado y complementa su pensión.
