Las cajas rurales de la Comunitat Valenciana mantuvieron en el primer semestre del año el rumbo en la generación de beneficios, que aumentaron en un 23,8 % respecto al mismo período del ejercicio precedente, al pasar de 21,05 a 26,07 millones de euros, según los datos dados a conocer hoy por la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc). Si se añade a Cajamar, en cuyo grupo cooperativo están integradas dos decenas de rurales valencianas y que en la Gran Recesión absorbió entidades locales como Ruralcaja o Caja Campo, el importe de las ganancias sube a 51,9 millones, aunque la variación interanual se queda en el 14,8 %.
La buena marcha del sector, en un contexto de subida de los tipos de interés que traerá como consecuencia una mejora de los márgenes con que operan las entidades financieras, se aprecia en el hecho de que solo dos rurales han reducido beneficios respecto a hace un año. Se trata de Ruralnostra (antiguamente conocida como rural de Betxí) y La Vall San Isidro, que llegó a registrar pérdidas millonarias hace un lustro y que ahora está integrada en Solventia, el grupo que lidera la rural de Almendralejo. Esta última ganó 376.000 euros, un 21 % menos.