La ola de frío dispara las exportaciones hortofrutícolas de la C. Valenciana y eleva los precios en el campo

La ola de frío que estos días azota a buena parte de los países europeos, principal destino de las exportaciones hortofrutícolas de la Comunitat Valenciana, ha impulsado las ventas exteriores del sector de frutas y hortalizas de temporada durante estas primeras semanas de 2023. El tirón de la cifra de negocio también viene acompañada por un encarecimiento de los precios en origen dado el impacto de los costes de explotación, sobre todo de la energía (tanto el gas como la electricidad) y los productos fitosanitarios. Así, en algunos casos las cotizaciones de las producciones hortofrutícolas en el campo son tres veces más caros que hace un año, según confirma el Observatorio de Precios de los Alimentos del Ministerio de Agricultura.

Este 'boom' exportador está influyendo en el precio de productos básicos de la cesta de la compra como las patatas, cuyo valor en el campo ha crecido un 81,7% en diciembre de 2022 en comparación con idéntico mes del anterior. Además, las cebollas, según el citado observatorio del ministerio, han disparado su valor hasta un 207,1%; las judías verdes planas un 67,5%, las zanahorias un 60%, los limones un 64,1% y las naranjas, un 75,9%.

Pese al repunte de ventas en este arranque de 2023 debido a las temperaturas gélidas en el viejo continente -lo que eleva el consumo de los consumidores- el sector exterior advierte que el comercio no puede atender la demanda internacional por la reducción de la caída de la producción. De hecho, en el caso del sector citrícola la cosecha es un 15,6% inferior a la de la campaña 2021/2022. En naranjas, el aforo es un 20% inferior y en mandarinas, un 10% inferior. Según las últimos datos de Comercio Exterior, que elabora el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el volumen de exportación de España de cítricos (entre los meses de septiembre y noviembre) se ha reducido a algo más de 661.000 toneladas, lo que representa una caída del 22% respecto a idéntico período de tiempo de 2021.

Desde Cooperativas Agro-alimentarias de la Comunitat Valenciana también se destaca que esta campaña de cítricos es "corta en volumen, con un incremento de la demanda y, por tanto, de las cotizaciones de las variedades que en estos momentos están en el mercado. Estas mismas fuentes también reconocieron ayer que el caso de algunas hortalizas, como la alcachofa -en plena campaña de recolección y ventas- también se está viendo beneficiada de las condiciones climatológicas de toda Europa. Por otro lado, y a falta de contabilizar todos los datos del mes de enero, la federación de cooperativas agrarias de la C. Valenciana, que agrupa a 374 firmas y casi 194.000 socios cooperativistas, confía en unos mejores resultados porque la "demanda está tirando al alza y existen mejores perspectivas de comercialización

Tensiones en el mercado

Sea como fuere, desde el sector exportador, tal como advierte la patronal Fepex, las difíciles condiciones económicas por la elevada inflación y la guerra en Ucrania, el consumo entre la población con bajos ingresos es especialmente preocupante. Por eso, las perspectivas de consumo de frutas y hortalizas frescas "siguen bajo presión en la Unión Europea". Así lo conforman las últimas tendencias de consumo analizadas en el informe de Freshfel Europe mediante un examen de las tendencias en los Estados miembros, que abarcan el 75% de la población de la Unión Europea. "A pesar de un impulso muy positivo para el crecimiento del consumo, muchas barreras están afectando gravemente a la evolución hacia una dieta más sana y sostenible para los consumidores europeos", aseguran estas fuentes.

El volumen de exportación de España de cítricos (entre los meses de septiembre y noviembre) se ha reducido a algo más de 661.000 toneladas, lo que representa una caída del 22%

El mencionado estudio indica que la crisis económica que afecta a todos los Estados miembros tras la guerra de Ucrania y el creciente proteccionismo en el mundo están afectando gravemente al poder adquisitivo de los consumidores y limitando su gasto en alimentación. "Estos consumidores tienden a inclinarse por una dieta menos saludable, que se percibe como más satisfactoria desde el punto de vista energético y como una opción alimentaria más barata", advierte Freshfel Europe.

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