AGRICULTURA

La campaña citrícola arranca con menos producción y precios más altos en el campo

La Lonja de Cítricos de València publica las primeras operaciones de compraventa de las variedades navelina, okitsu, clemenules, marisol y orogrande. La Unió prevé una caída de producción del 2% respecto a la campaña anterior

'Collidor' en un campo de Nules, en una imagen de archivo

'Collidor' en un campo de Nules, en una imagen de archivo / MANOLO NEBOT ROCHERA

José Luis Zaragozá

José Luis Zaragozá

Menos producción y mejores precios en el campo. De este modo arranca la campaña citrícola 2023/2024 en el campo de la Comunitat Valenciana con el inicio de las primeras operaciones de compraventa de las variedades más precoces. La Mesa de Precios de Cítricos del Consulado de la Lonja de València empieza así la publicación de sus boletines semanales correspondientes a la nueva temporada con unos precios en origen al alza, "debido principalmente a la disminución de oferta que se prevé en la citricultura de la cuenca mediterránea a causa de las adversidades climáticas", aseguran desde las organizaciones agrarias.

Mientras que la sequía es el factor más determinante para explicar la merma productiva en otras comunidades españolas como Andalucía y en otros países de Europa y el norte de África, en el caso de la Comunidad Valenciana las previsiones apuntan a una disminución por las altas temperaturas alcanzadas en marzo y abril (coincidiendo con las fases de floración y cuajado), el inusual frío en mayo y las precipitaciones persistentes a lo largo de mayo y junio. Además, aunque de manera localizada, varias tormentas de pedrisco provocaron daños de diversa consideración en los frutos. Los descensos de cosecha más acusados se constatan en satsumas, híbridos y todo tipo de naranjas.

Primeras cotizaciones

Las primeras cotizaciones de la temporada emitidas por la Lonja de Cítricos de Valencia presentan las siguientes horquillas en las principales variedades de naranjas y mandarinas: 0,206-0,30 euros por kilo (€/kg) en Navelina, 0,289-0,35 €/kg en Okitsu, 0,50-0,67 €/kg en Oronules, 0,289-0,45 €/kg en Marisol y 0,32-0,40 €/kg en Clemenules y Orogrande. El comentario del boletín es “mucha animación en las compras, destacando la variedad Navelina”.

Cadena alimentaria

El presidente de la institución, Jenaro Aviñó, ha avanzado que Lonja de Cítricos de València va a poner su granito de arena para tratar de afianzar en las relaciones comerciales a pie de campo, "al definir el precio en euros por kilo y sin IVA incluido y armonizar el sector citrícola valenciano con el resto del mundo", explica.

En este comienzo de la campaña naranjera, la Unió Llauradora indica, tras realizar un análisis por el conjunto de las zonas productoras, que las primeras estimaciones reflejan una cosecha de cítricos para la campaña 2023-2024 en la Comunitat Valenciana de unos 2,8 millones de toneladas, lo que representaría un 2% menos que la pasada. Con esos datos sería la quinta campaña con una cosecha por debajo de la media. Los datos en el conjunto estatal también indican que habrá descenso de producción y se quedará por debajo de los 5,8 millones de toneladas.

Realidad productiva

Según la organización que lidera Carles Peris, la realidad productiva actual de los citricultores valencianos es que cada vez les cuesta más obtener rendimientos óptimos como consecuencia de las reiteradas incidencias meteorológicas y de una superficie de árboles envejecida. En este aspecto, esta entidad trasladará al nuevo conseller de Agricultura, José Luis Aguirre, la necesidad de habilitar ayudas para reconvertir el arbolado viejo de bajo rendimiento con una aportación del 15% por parte de la Generalitat y otro 15% del Ministerio de Agricultura, tal como se hizo ya hace unos años.

Un 'collidor' en un campo de Nules.

Un 'collidor' en un campo de Nules. / MANOLO NEBOT ROCHERA

A juicio de la Unió, es importante disponer de una buena sanidad vegetal y un control de plagas eficiente para que no haya destríos de fruta no comercial debido al impacto de las plagas. Todas estas circunstancias y el incremento desmesurado de los costes de producción (electricidad, fertilizantes, gasóleo, mano de obra, tratamientos fitosanitarios, etc.,) han provocado una descapitalización progresiva de los agricultores durante los últimos ejercicios citrícolas.