Industria del automóvil

Stellantis Figueruelas opta al nuevo Perte para blindar su electrificación

La planta zaragozana confía en hacerse con una buena parte del 'pastel' de ayudas, dotado con 559 millones de euros

El objetivo es captar STLA Small, la futura plataforma de producción del grupo compartirá previsiblemente con Vigo y Pomigliano (Italia)

Varios trabajadores en el taller de ensamblaje de baterías eléctricas de la planta automovilística de Stellantis en Figueruelas.

Varios trabajadores en el taller de ensamblaje de baterías eléctricas de la planta automovilística de Stellantis en Figueruelas. / Jaime Galindo

Jorge Heras Pastor

Electrificarse o morir. El futuro de la planta automovilística de Stellantis (antes PSA/Opel) en Figueruelas, y del conjunto del sector, pasa ineludiblemente por la producción de coches eléctricos a gran escala. La factoría aragonesa tiene ya medio cuerpo metido en la nueva era de la movilidad sostenible, con la versión enchufable del Opel Corsa, que ensambla desde ya hace dos años, y otros modelos de este tipo en cartera, el Peugeot 208 y el Lancia Ypsilon, que fabricará en serie a partir de este otoño y la próxima primavera, respectivamente. Pero este salto tecnológico requiere ingentes inversiones por parte de la compañía. La palanca del cambio de ciclo es el Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), que acaba de lanzar una segunda convocatoria de ayudas dotada de 559 millones de euros.

La dirección de la fábrica y del grupo en España están analizando ya esta nueva línea de financiación para hacerse con una parte del pastel. Desde el pasado miércoles está abierta la ventanilla para enviar las solicitudes de cara a optar a los fondos. La planta zaragozana es una firme candidata a las ayudas con el objetivo de dotarse de una de las nuevas plataformas industriales del grupo. En concreto, la denominada STLA Small, que será el estándar para todos los modelos pequeños de las marcas del grupo a partir de 2026. La factoría aragonesa afronta el reto de migrar desde sus actuales sistemas de producción (CMP y EMP2, provenientes de PSA).

Con ello, la factoría pretende amarrar los modelos eléctricos que tiene asignados y asegurar su futuro para la próxima década. Si no hay sorpresas de última hora, y al igual que harán otras compañías. Stellantis presentará su propuesta antes del 15 de septiembre tras haber ido colmando las pretensiones del CEO Carlos Tavares, en especial en materia de costes y calidad.

Aunque la plantilla está ahora mismo de vacaciones, la planta mantiene la actividad con las habituales obras de adecuación que se acometen en verano. Un período, el estival, en el que se suela aprovechar para acelerar la implantación de nuevos procesos con la idea de afectar lo menos posible a la actividad. Ante la más que posible adjudicación de la STLA Small, lo previsible es que las obras para la adecuación de la nueva plataforma se ejecuten en el verano de 2024, cuando ya se habrán resuelto la convocatoria del Perte.

La nueva plataforma industrial de Stellantis por la que puja la planta de Figueruelas se extiende a Italia. Además de a la factoría de Vigo, el grupo trabaja en asignar la instalación sobre la que se basarán los nuevos compactos eléctricos de la multinacional a Pomigliano, la fábrica situada cerca de Nápoles, en el sur del país transalpino. Según fuentes del sector, y al igual que sucede en España, los apoyos estatales decantarán la balanza en los próximos meses. Allí se fabrican, en la actualidad, los modelos Fiat Panda y Alfa Romeo Tonale.

El objetivo que persigue Stellantis con la plataforma es doble. Por un lado, mantener las dos líneas, evitando así convertirse en una fábrica monoflujo, como muchas del grupo, lo que además supondría una sangría en los puestos de trabajo. Por otro, dar un salto de gigante en la electrificación que impulsa el grupo.

El nuevo convenio despeja el futuro

Aunque hay ya cinco plantas europeas a las que Stellantis ha adjudicado una de las STLA (en Alemania, Francia e Italia), hasta el momento el grupo no ha hecho oficial la adjudicación de la más pequeña, todavía inédita y pensada para los modelos eléctricos compactos de la multinacional, con autonomías de hasta 500 kilómetros. La única planta que puja por ella y que tiene más o menos despejado su futuro es la de Zaragoza, tras el acuerdo al que llegaron los trabajadores con la dirección para firmar el nuevo convenio a cambio de la puesta en marcha de un plan industrial que posibilitará la llegada de nuevos modelos con esa plataforma.

Para su concreción final falta la asignación de los incentivos públicos a través de la segunda convocatoria del Perte VEC, que acaba de publicarse. A ella pujará Stellantis con la idea de acceder a buena parte de los fondos para instalar las STLA Small en Zaragoza y Vigo. En estos momentos ya hay proveedores de primer nivel de la multinacional pujando por pedidos de la futura plataforma, tanto para la parte que tocaría a España como para Italia.