COYUNTURA

La subida disparada del aceite eleva la inflación valenciana hasta el 3,5 %

La cesta de la compra se ha encarecido un 10,7 % respecto al último año, mientras que los combustibles vuelven al terreno alcista y ya se encuentran más caros que en septiembre de 2022

Un joven coge una botella de aceite de un supermercado, este septiembre.

Un joven coge una botella de aceite de un supermercado, este septiembre. / Germán Caballero

El aceite se ha convertido, como se suele decir, en oro líquido. Y la subida que está experimentando en los últimos meses su precio ha sido un punto fundamental para que la inflación de la Comunitat Valenciana haya repuntado de nuevo hasta el 3,5 %, nueve décimas más que el dato con el que se cerró agosto. Es la realidad que reflejan los últimos datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en los que se aprecia cómo los alimentos de la cesta de la compra no solo no dan una tregua en el bolsillo de los ciudadanos (de media suben un 10,7 %), sino que elevan todavía más su precio.

En concreto, son hasta diez productos básicos los que han disparado su coste por encima del 10 % respecto a septiembre de 2022. Al frente de todos, está el aceite, que continúa su tendencia alcista respecto a agosto. Sin ir más lejos, adquirir una botella del mismo resulta en la autonomía un 42 % más caro que lo que costaba en las mismas fechas del pasado año. Es una situación similar a la que presenta el azúcar, que en septiembre de 2022 se podía adquirir un 40 % más barato que actualmente.

Y tras estos dos artículos imprescindibles, pero cada vez más 'lujosos' para la economía familiar, una lista necesaria de alimentos como la carne de vacuno (incremento del 14,7 %), las legumbres y las hortalizas frescas -que casi han duplicado su coste con respecto a agosto hasta presentar una subida del 12,7 %-, la fruta fresca (12,7 %) o la leche (+12,1 %). Los huevos, por su parte, han visto incrementado su precio hasta un 9,7 % y el pescado, un 6 %.

Más allá de la inflación

Sin embargo, no solo la alimentación está tirando de la inflación. Entre los datos significativos llama la atención la subida que se ha producido en el precio de los combustibles, donde varias semanas al alza han provocado que su coste se haya elevado ya por encima del dato del mismo mes del año pasado, en concreto un 1,4 %. También sigue elevados los costes asociados a los paquetes turísticos, que en el tramo final del verano se situaban un 21,4 % más caros que en el mismo mes del ejercicio pasado. Lo que de momento sigue estando en considerablemente mejor posición que en 2022 es la electricidad y el gas, que presenta un precio un 33 % inferior al del año pasado en la autonomía.

Compras en un mercado de Castellón de frutas y verduras.

Compras en un mercado de Castellón de frutas y verduras. / Erik Pradas

En este escenario, la inflación subyacente (que no tiene en cuenta los precios más volátiles de la energía y los alimentos no elaborados) logró reducirse en septiembre en dos décimas, hasta el 5,8%, la menor tasa desde junio de 2022, cuando se encontraba en el 5,5 %.

Menor inflación en la zona euro

Ante estas cifras, el Ministerio de Economía que dirige Nadia Calviño ha enfatizado que España se encuentra consolidada como una de las economías de los Veintisiete con un menor dato inflacionario. Pese a ello, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha exigido ante el repunte de los precios que el Ejecutivo lleve a cabo un descenso del IVA de los alimentos hasta final de año y rebajas en el impuesto sobre la renta para incrementar la capacidad adquisitiva de los que "no pueden llegar a final de mes". Por su parte, la patronal empresarial (CEOE) ha pronosticado que la tasa media de inflación podría cerrar 2023 sobre el 4%.

Una mujer reposta en una estación de servicio de Alcoi.

Una mujer reposta en una estación de servicio de Alcoi. / Juani Ruz

Suscríbete para seguir leyendo