Tendencias en la restauración

España perdió casi 8.000 bares en 2022, el peor saldo en una década

Así lo indica la información del Instituto Nacional de Estadística (INE) que maneja Hostelería de España, la organización empresarial que representa a los restaurantes, bares, cafeterías y ‘pubs’ del país

Varias personas en la terraza de una bar, a 4 de diciembre de 2023.

Varias personas en la terraza de una bar, a 4 de diciembre de 2023. / EP

Paula Clemente

Siguen siendo la inmensa mayoría, pero hacía tiempo que no se perdían tantos y a tanta velocidad. Según los últimos datos oficiales puestos encima de la mesa, España empezó 2023 con 168.065 bares abiertos, unos 7.800 menos de los que detectaba la misma fotografía tomada justo un año atrás. Esta pérdida, que porcentualmente equivale a un 4,4% menos de “establecimientos de bebidas”, es ligeramente superior al que se dio a lo largo de 2020, lo que la convierte en la peor en una década.

Así lo indica la información del Instituto Nacional de Estadística (INE) que maneja Hostelería de España, la organización empresarial que representa a los restaurantes, bares, cafeterías y ‘pubs’ del país y que este martes ha presentado su Anuario de 2023. En él, esta entidad habla de un sector en recuperación que, por fin en 2023, ha dejado atrás la mayor parte de socavones que provocó la pandemia; aunque lo que indican los datos es que este mercado empezó el año en bajísima forma, por lo menos, en cuanto al número de negocios abiertos.

El principal motivo es el cierre de bares, una tendencia que se remonta a 2010 (cuando la muestra giraba en torno a los 200.000 establecimientos) y que los responsables del informe atribuyen a una corrección del exceso de oferta y a una evolución natural del tipo de establecimientos que busca hoy en día el cliente. “Han cerrado muchos bares y han abierto restaurantes y cafeterías”, analizan desde Hostelería de España.

Lo curioso, sin embargo, es que el año pasado también cayó el número de “establecimientos de comidas”. Si a 1 de enero de 2022 se contaban 83.800 restaurantes (un 4% más que el año de antes), a 1 de enero de 2023 esta cifra había bajado hasta los 82.900. De este modo, el último balance atribuye a España un total de 270.600 locales de servicio de comidas y bebidas, un 3% menos que un año atrás.

“2022 estuvo marcado por la fuerte inflación, que afectó tanto a las empresas como al bolsillo de los consumidores”, introduce, en este documento, el presidente del organismoJosé Luis Yzuel. “En 2022, el sector tuvo un impulso en la recuperación de los datos prepandemia, aunque afectado por el impacto de la guerra de Ucrania y el incremento generalizado de los costes de la energía y las materias primas que ha impactado de forma negativa en su rentabilidad”, añaden los autores del informe más adelante.

Más facturación, balance positivo

Pese a todo esto, la lectura es positiva. En primer lugar, porque el sector crece por el lado de la hostelería (al comenzar 2023 había un 3% más de empresas dedicadas al negocio del alojamiento); después, porque, incluso con los cierres, este mercado produjo más en 2022 (el equivalente a 90.700 millones de euros la restauración y 32.160 millones la hostelería) que en 2021 y 2020; y, por último, porque lo que ingresan las empresas (independientemente de que haya más o menos), también va al alza.

En concreto, y pese a que la curva tiende a suavizarse, en enero los restaurantes y bares de España facturaron un 20% más que un año atrás. La media hasta septiembre revela un incremento de los ingresos del 9,2%. “Estamos viendo una tendencia a un modelo de negocio más cualitativo, que se dirige a un cliente de mayor poder adquisitivo”, razona una de las responsables del informe, que también suma a esto el efecto de la inflación y del incremento de precios de venta en el restaurante. 

De este modo, la conclusión general es que 2023 ha sido un año de "recuperación de la normalidad total y las cifras previas a la pandemia" -apunta Yzuel-, de "unos clientes que, pese a un marco de inestabilidad, no han experimentado una fuerte crisis de consumo" y de "empresas que empiezan a revisar las cuentas de resultados para recuperar la rentabilidad".

Lo único que mantiene alerta al sector, concluye el informe, es la posibilidad de que la evolución de las ventas y la actividad esté tocando techo. "En un escenario positivo, con estabilidad de la demanda, con buena evolución de la renta disponible de los hogares, y comportamiento financiero de las empresas mejor de lo esperado, nos encontramos con varios puntos críticos que pueden afectar a la demanda y a la evolución de los negocios hosteleros en el próximo año -última el documento-, como son la evolución del empleo, cómo impacte la subida de los tipos de interés, la situación de inestabilidad política y la evolución de los precios".