Carrocerías plásticas ultraligeras para vestir los coches eléctricos

Aimplas -Instituto Tecnológico del Plástico- y Redit Ventures -vehículo de inversión especializado promovido por once institutos tecnológicos de Redit (Red de Institutos Tecnológicos de Valencia)- han lanzado, tras una inversión de más de cuatro millones de euros, Lofith Composites, una compañía de base tecnológica dedicada al desarrollo de composites termoplásticos de fibra larga (un material que por su resistencia puede sustituir los metales). Los composites son materiales sintéticos mezclados heterogéneamente formando un compuesto y se pueden utilizar para parte de las carrocerías de los coches eléctricos ya que son muy ligeros, para elementos de los aviones o para los aerogeneradores de los parques eólicos. Aimplas ha desarrollado la tecnología del nuevo material, según precisa Guillermo Ulldemolins, investigador de Movilidad Sostenible del instituto. Estos materiales se pueden diseñar con características como la conductividad, el apantallamiento o la capacidad ignífuga, lo que los hace idóneos para sectores tan exigentes como el de la automoción o el aeronáutico.

Los componentes fabricados a partir de estos composites tienen una mayor resistencia sin perder ductilidad y con la ventaja de poderse adaptar a distintos procesos de fabricación tales como la inyección o el moldeo por compresión. Además, los polímeros termoplásticos utilizados son fácilmente reciclables y ofrecen la capacidad de ser reparados, ya que se pueden volver a fundir durante varios ciclos de procesado generando alternativas más económicas.

Estas características han impulsado la demanda de termoplásticos de fibra larga (posicionándose como la alternativa industrial a los composites termoestables) en diversos sectores como el aeroespacial, ferroviario o automoción. En este último, se espera que los termoplásticos de fibra larga reemplacen a los materiales convencionales para reducir el peso total de los automóviles y aumentar su eficiencia energética mientras se mantiene el cumplimiento normativo de una industria tan exigente. «Los coches eléctricos tienen un peso extra con las baterías y gracias a estos materiales se puede reducir» y con la ventaja de que es una fibra «muy resistente», añade Guillermo Ulldemolins.

El plan de negocio de la nueva compañía pasa por superar los 5 millones de euros de ingresos a partir del quinto año y la creación de más de 22 puestos de trabajo de alta cualificación. Para José Luis Yusá, presidente de Aimplas, «la puesta en marcha de esta empresa constituye un hito muy relevante para Aimplas, ya que es la primera compañía surgida a partir de nuestros desarrollos tecnológicos».

Una investigadora de Aimplas

con una muestra del material