Recientemente, estamos oyendo y leyendo todo tipo de noticias sobre el metaverso. Pero, ¿qué es esto? ¿realmente vamos a estar todos ahí en breve? Voy a intentar, de una forma sencilla, poner un poco de luz sobre ello. Lo cierto es que el metaverso está cerca, pero no se trata de una realidad metafísica que nos vaya a tragar a todos. Se trata de una evolución de las redes sociales y de internet tal y como los conocemos. Hace unos 10 años había multitud de redes sociales compitiendo por nuestra atención, incluso en España había alguna como Tuenti. Pero, poco a poco, una de ellas, Facebook, fue capturando todos los usuarios mientras otras desaparecían, sin embargo otras, como Linkedin y Twitter, encontraban su especialización. Más tarde llegó Instagram y desde el móvil reinó en toda una nueva generación millennial. La generación Z, sin embargo, es más de Tik Tok. Y así en un breve espacio de tiempo y con una velocidad de consumo vertiginosa, han ido creciendo plataformas donde las distintas generaciones invierten su tiempo y en muchos casos su dinero. Pero, entonces… ¿Cuál es el siguiente paso? Pues bien, hoy ya se puede hablar de que hay unos cuasi metaversos en los que viven nuestros niños: Fornite, Roblox o Minecraft. Son universos donde se pueden interrelacionar con otros usuarios, personalizar la estética de su personaje, comprar «skins», construir cosas dentro de ese universo… Esta nueva generación ya no estará en Facebook, tampoco en Instagram, busca algo mucho más visual y que le permita un universo paralelo más completo. Su necesidad de interrelación personal con los demás va mucho más allá de unas fotos, un puñado de likes, y comentarios plagados de emoticonos. Luego, a la pregunta de qué es el metaverso, de forma sencilla diremos que es una evolución de las redes sociales, más inmersiva y con más posibilidades, donde una gran parte de la población va a invertir mucho tiempo y dinero. Igual o más de los que lo hacían en facebook. ¿realmente vamos a estar todos ahí? pues posiblemente más de los que pensamos, ya que el metaverso abre todo un abanico de posibilidades. Ya no eres espectador sino protagonista.