Afrontar nuevos horizontes con ‘mirada verde’ no resulta un reto extraño para la madera y el mueble. Desde hace décadas, la economía circular se había erigido ya como un sello de identidad empresarial y ecológico de un sector que ahora mira a las energías renovables como un paso a encarar no solo por sostenibilidad, sino también como un activo empresarial en el que es necesario invertir. Esa fue una de las principales conclusiones que dejó el foro ‘Energías Renovables y Economía Circular’ organizado por la Asociación de Empresarios de Carpintería y Afines de la Comunitat Valenciana (Asemad) –integrada dentro de la Federación Empresarial de la Madera y Mueble de la Comunitat Valenciana (Fevama)– en colaboración con Levante-EMV y la conselleria de Economia Sostenible de la Generalitat.

Alejandro Bermejo, presidente de Fevama, Asemad y CEO Molduras Alto Turia Fernando Bustamante

«Ser sostenible y ecológico no puede ser un hándicap [en la competitividad de las empresas del sector]»

Alejandro Bermejo - Presidente de Fevama, Asemad y CEO Molduras Alto Turia

El encuentro –moderado por el director de Levante TV, Juanma Romero– contó con la participación del presidente de Fevama, Asemad y CEO de Molduras Alto Turia, Alejandro Bermejo; el secretario general de Fevama, Rafael Pérez; el representante de Ascensión Latorre y presidente de la Asociación de las Industrias del Mueble y Afines de la Comunidad Valenciana (Avima), Kiko Torrent; la directora de Marketing de Madersan, Patricia Sancho, y el CEO de Romur Renovables, David Valls. 

De izquierda a derecha, Kiko Torrent, Patricia Sancho, Alejandro Bermejo, Rafael Pérez y David Valls, antes del encuentro ‘Energias Renovables y Economía Circular’. Fernando Bustamante

En este escenario y como punto de partida, Bermejo quiso poner en valor el «músculo» de las empresas de un sector «que apuesta por la innovación» y donde la economía circular ha estado implementada durante años, ejemplificada en dar a un mueble que acaba su vida útil «un nuevo uso como tablón en una cocina o bien triturándolo y convirtiéndolo en biomasa». Con este camino ya recorrido, Rafael Pérez añadió la importancia de Fevama en un nuevo reto como es el de la transformación hacia las renovables en el que la federación debe servir como «puente con la Administración para que las empresas pierdan el miedo a apostar» por este tipo de energías.

Para Kiko Torrent, las compañías «tenemos que comprometernos e invertir» y ser «ecológicos de verdad», ya que «el mercado va a sancionar a las empresas que no sean ecológicas». «Tenemos una responsabilidad», añadió el presidente de Avima, que también destacó que en un momento de precios disparados como el actual, «generar tu propia energía te da estabilidad y la capacidad de hacer previsiones».

David Valls, CEO de Romur Renovables. Fernando Bustamante

«Las renovables son una herramienta de eficiencia energética y ahorro económico»

David Valls - CEO de Romur Renovables

Por ello, Patricia Sancho coincidió en que «las empresas como mínimo debemos valorar la transición hacia energías renovables», más aún en un contexto como el actual en el que «contamos con subvenciones y se puede calcular cómo será el retorno de la inversión». «No es una tecnología cara si evalúo el ahorro en energía que va a tener la empresa», sintetizó en esta misma línea David Valls, antes de enfatizar que la renovable «aporta mucho valor» no solo por lo económico, sino porque «la puedes guardar y autogestionarla internamente» en la empresa.

Rafael Pérez, secretario general de Fevama Fernando Bustamante

«Hay que hacer el cambio sostenible con convencimiento de que la sociedad y el mercado lo va a exigir»

Rafael Pérez - Secretario general de Fevama

Mirada hacia el futuro

En la actualidad, como reflejó Alejandro Bermejo, la complicada situación a nivel global «está haciendo que se mire mucho más la rentabilidad» en las empresas, porque el precio al que vendes un producto «tiene un tope que no puedes superar» aunque suba el coste energético. Por ello, más allá de una concienciación que está presente para las compañías, «estos precios nos abocan a ir a las renovables», enfatizó el presidente de Fevama, quien pidió a las empresas de la madera y el mueble que no esperen a la hora de afrontar el cambio si no quieren cometer «un error». En esta tesitura, Pérez reclamó también a las administraciones que no «cambien las reglas del juego a mitad», porque «la inversión en renovables vale la pena» y las pequeñas compañías del sector, en un país con tanto potencial energético para ellas como España, se tienen que «lanzar al cambio». «Hay dos motivos principales, el ahorro para las empresas y el respeto por el entorno», complementó Bermejo.

Patricia Sancho, directora de Marketing de Madersan. Fernando Bustamante

«El coste de la inversión en renovables es alto, pero, si se amortiza, en dos años supone un gran ahorro»

Patricia Sancho - Directora de Marketing de Madersan

Como añadió Sancho, en términos económicos, el gasto en un inicio «es grande, pero si la inversión la tenemos amortizada en dos o tres años, nos va a acabar suponiendo un ahorro importante a largo plazo». En el caso de Madersan, remarcó su directora de Marketing, solo la instalación de placas solares supuso una reducción de costes «de 30.000 euros al año», una cifra que aplicando sistemas de acumulación energética se pudo duplicar. 

Estos elementos de almacenamiento, como explicó por su parte Valls, son ya fundamentales para «utilizar la energía adaptándola a la producción», ya que «permiten determinar estrategias de consumo y ahorro diferentes», ajustándolas al momento del día o del año en el que se esté para que, con ello, se pueda producir en una situación lo más ideal posible. Es decir, el uso de las renovables como una «herramienta de eficiencia energética y ahorro económico», enfatizó.

Un camino obligatorio

No obstante, su mayor flexibilidad para la producción no es el único argumento para el impulso a futuro tanto de las renovables como de la economía circular. Como remarcó Torrent, la apuesta sostenible «dentro de diez años no va a ser una opción. El consumidor te va a preguntar si tu producto es ecológico por completo y, si no, lo va a descartar». «Ser sostenible o morir», sintetizó.

Por su parte, Rafael Pérez destacó que «tenemos que hacer cambios con el convencimiento de que la sociedad y el mercado global lo va a acabar exigiendo», una línea en la que David Valls reclamó que «no sean cosas externas las que nos hagan invertir en estos temas sino que sean por querer cambiar el mundo, por creer que lo que hago lo estoy haciendo para siempre, lo voy a tener siempre y lo voy a aprovechar siempre». Patricia Sancho, por su lado, afirmó que es «nuestro deber como empresas». «Ya no es un tema de marketing, de dar la imagen de ser renovables por reputación, sino que es necesario incorporarlo», añadió.

Sin impedimentos

Pero para que se pueda cumplir ese ‘deber’, el camino tiene que ser coordinado también con los actores públicos, especialmente sin impedimentos desde el Gobierno central. En esta visión tanto el representante de Ascensión Latorre como Bermejo señalaron que el auge de los costes no puede ser tan alto que limite la competitividad de las empresas nacionales y valencianas del mueble y la madera. «Ser sostenible y ecológico no puede ser un hándicap», expresó el presidente de Fevama, un mensaje en el que incidió Torrent avisando de que la factura de la luz no puede convertirse en «factor limitante a la hora de exportar». «La industria del mueble tiene una posibilidad de crecimiento muy grande, pero para eso necesitamos que no nos pongan palos en las ruedas», añadió el dirigente de Avima.

Kiko Torrent, presidente de Avima y representante de ascensión Latorre Fernando Bustamante

«En diez años, el consumidor te preguntará si tu producto es ecológico y si no lo es lo va a descartar»

Kiko Torrent - Presidente de Avima y representante de ascensión latorre

En caso contrario, Bermejo también quiso poner el foco en las posibles consecuencias que dejaría. «Si suben los precios, habrá empresas del sector que decidan que no fabrican y solo se dedicarán a vender». Este cambio en un entorno con empresas de menos de 10 trabajadores y costes no asumibles, alertó, se «llevará puestos de trabajo».

Aprovechar el ‘impulso verde’ antes de que sea «tarde»

La mirada hacia las renovables no es una cuestión que se deba dejar pasar. Como explicó Alejandro Bermejo, esta apuesta «será una inversión forzosa sí o sí», por lo que Fevama está pidiendo ya a los asociados «que se anticipen, que ahora hay ayudas –vinculadas a las entidades locales que, como remarcaron tanto Bermejo como Kiko Torrent, «nos están ayudando mucho», algo diferente a lo que, añadieron, sucede con la Administración central- y todo el mundo está empezando», porque a lo mejor «el año que viene ya llegas tarde». «El tren, cuando pasa, hay que cogerlo porque luego ya no pasa», remarcó David Valls sobre una apuesta que, según Patricia Sancho, hay que empezar de manera «inmediata» y que Rafael Pérez consideró que debe realizarse en las empresas «poco a poco».