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Negociación

Un "Pacte del Montgó" cobra fuerza como gesto de descentralización

Puig se reúne con Dalmau en una primera toma de contacto "informal" en el Palau - PSPV y Compromís no se oponen a llevar el acuerdo a Alicante

Ruben Martínez Dalmau, en una imagen de archivo. F. Bustamante

Alicante cobra fuerza como lugar para la firma del nuevo acuerdo de gobierno de los partidos de izquierda. El candidato de Unidas Podemos-EUPV, Rubén Martínez Dalmau, se lo planteó directamente al presidente de la Generalitat en su primer encuentro (informal, pero con contenido) y la recepción por parte de Ximo Puig fue positiva. «Hay cosas en las que estamos de acuerdo, como coser la Comunitat y que se visualice esta cuestión», dijo el jefe del Consell a los periodistas tras la celebración del Día de Europa en el mismo Palau.

Martínez Dalmau, natural de Xàbia, ha dejado una propuesta concreta sobre la mesa de Puig: que el nuevo acuerdo entre PSPV, Compromís y Unidas Podemos se firme en el Montgó. Alega que supondría un gesto por la descentralización dentro de la C. Valenciana y en favor de las comarcas centrales, a medio camino entre Alicante y València. El pacto del Botànic podría dar paso así en su segunda versión al «Pacte del Montgó».

Con el aparente beneplácito del PSPV a través de Puig, en Compromís tampoco pusieron reparos a trasladar la firma a la Marina Alta. Fuentes de la coalición no desecharon la idea pero tampoco la consideran de gran relevancia. Una vez haya un acuerdo político firmado, encontrar un sitio donde firmarlo no se presupone difícil.

La cita de ayer entre Puig y Dalmau es la primera entre ambos líderes tras las elecciones del 28 de abril, donde Unidas Podemos obtuvo ocho diputados por los que exige entrar en el Consell. Puig aseguró que el está «abierto» a componer un gobierno a tres que le permita tener la mayor solidez parlamentaria posible. Aún así, la configuración de los asientos del futuro Consell aún está lejos.

Siguiendo la filosofía del «primero el qué (el contenido) y luego el quién (los políticos)», en la reunión no se habló del reparto de consellerias entre los tres partidos ni de qué peso tendrá Podemos en él. Según la representación obtenida y tal como está configurado el Consell actual, debería tener acceso a una conselleria y media. Con la presumible ampliación del ejecutivo, ascenderían a dos.

«Él (Puig) sabe perfectamente nuestra posición; primero tenemos que plantear propuestas de legislatura para que comiencen a trabajar los equipos técnicos y negociadores», dijo Dalmau.

A Podemos le espera una doble negociación porque además de pelear por su espacio, tendrá que compartirlo con EUPV que está dispuesto a solicitar su parte.

Tampoco Dalmau confirmó si Puig presidirá el Consell. La exigencia de los socialistas de que el resto de socios se manifieste abiertamente sobre la presidencia del Consell ha caído en saco roto porque por el momento, ni Compromís ni Podemos han confirmado ni desmentido.

En el encuentro de ayer solo se habló de políticas a futuro y de cómo la continuación del gobierno del Botànic únicamente debe ser ara afianzar y profundizar en el proceso de transformación iniciado en 2015.

Alicante volvió a la conversacón respecto a las asignaturas pendientes que tiene el Consell. Según fuentes conocedoras de la reunión, Dalmau planteó como ineludible corregir la falta de inversiones estatales que sufre Alicante para luchar contra la tasa de precariedad de la provincia. Entre otros asuntos, las infraestructuras también salieron a la palestra por la urgente necesidad de poner en marcha el tren de la costa o liberar la Ap-7, así como de eliminar los barracones escolares, un lastre del que no ha podido deshacerse el actual Botànic.

Por último, Puig y Dalmau también coincidieron en la reforma del modelo de financiación que deben exigir al gobierno «aliado» en Moncloa que por ahora de seguro ocupa el socialista Pedro Sánchez con el posible apoyo de Pablo Iglesias. Ambos se comprometieron en campaña a abordar la reforma.

La mesa, elegida por los síndics

El único «quién» que se trató en la reunión de ayer fue para hablar de la mesa de las Corts. Aunque no de sus integrantes, Martínez Dalma propuso al presidente en funciones que sean los síndics de cada partido los que negocien el reparto de la mesa. En el caso de Podemos sería Antonio Estañ, también secretario general de la formación el que continuara con sus funcionesde portavoz hasta el 16 de mayo que se constituya la nueva cámara y que junto a Manolo Mata y Fran Ferri decidan la representación de la mesa.

Interesa la mayoría botánica quede patente en los cinco sillones y que esté, como el próximo Consell, comprometida con las «políticas de progreso» como lo estará el futuro Consell.

«Realmente, hay mucha armonía entre los tres socios de gobierno, la mayoría ganadora en el parlamento y, por tanto, la cosa irá muy bien enfocada», afirmó el candidato podemista a preguntas de los periodistas tras reunirse con Puig.

También se le preguntó sobre la cuestión que Oltra planteó a Puig en su reunión del miércoles, donde la vicepresidenta dejó caer que en la negociación del Consell debía entrar también el reparto de las diputaciones. Dalmau aseguró no haber abordado esta cuestión con Puig, pero cree que los acuerdos «han de ser globales» porque es necesario un Gobierno fuerte en el marco de un «legislativo fuerte».

Respecto al análisis de la legislatura del Botànic que prepara Podemos para presentar a sus socios antes de sentarse a negociar, Dalmau aseguró que tienen el informe casi terminado con los aciertos y errores que han detectado de los últimos cuatro años.

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