El desencanto que ha dejado el resultado del domingo en la coalición A la Valenciana es especialmente intenso en Compromís. El retroceso en votos de los partidos a la izquierda del PSPV, que les lleva a perder 216.966 sufragios desde las autonómicas de hace un año, ha dado alas al sector que defiende que la coalición tiene suficiente entidad para presentarse en solitario a las elecciones.

Las tres formaciones lograron por separado en las autonómicas de 2015 un total de 872.861 votos: Compromís (456.823), Podemos (309.121) y EUPV (106.917). En diciembre, la suma de los tres „EU acudió por separado y Compromís y Podemos juntos„ cayó a 785.562 votos mientras el domingo A la Valenciana logró 655.895, lo que supone que en apenas doce meses las tres formaciones en conjunto han perdido 216.966 votos, prácticamente 130.000 en seis meses.

La ejecutiva de Compromís inició ayer la digestión de los resultados. En privado admiten que ha sido una campaña demasiado en clave española, en la que ha dominado la disyuntiva sobre un gobierno de Podemos, pero apenas se ha visualizado a Compromís, por lo que los temas valencianos han aparecido poco, lo que ha desmotivado a una parte del electorado de la coalición. La ejecutiva acordó anoche solicitar el grupo parlamentario en el Congreso y elegir una comisión negociadora para intentar un pacto a la valenciana.

Pero sobre todo en el Bloc empiezan a levantarse voces que aseguran que el resultado del domingo deja lecciones que el partido no puede soslayar, ya que se trata de contradicciones internas que tienen que estar resueltas antes de 2019. Referentes de la coalición admiten que los resultados suponen un toque de atención.

Un proyecto propio

Así, defienden un proyecto político propio para Compromís, al que consideran una marca en alza que se ha consolidado como segunda fuerza de la izquierda valenciana y creen que determinados socios, en referencia a EU, les hacen daño. Por eso, llaman a ser ambiciosos y a intentar el asalto a la presidencia de la Generalitat en 2019 por sus propios medios.

Ese sector detecta que la formación que dirige Pablo Iglesias empieza a deshincharse, mientras Compromís es un partido al alza. Recuerdan que la militancia del Bloc ya rechazó el pacto con Podemos el pasado septiembre, que luego la dirección avaló. Sin embargo, en aquella ocasión pesó el miedo a la ruptura de Compromís lo que hizo que finalmente se rubricara el pacto. El sector crítico con Podemos afirma que A la Valenciana sólo ha aguantado en municipios donde el Bloc tiene una gran fortaleza municipal como Sagunt o Sueca, ponen por ejemplo.

En cambio, destacan que el partido de Pablo Iglesias no tiene implantación local y que en los pueblos las marcas de Podemos son un nido de conflictos, por lo que reclaman abrir un período de reflexión en la coalición.