La Dirección General de la Marina Mercante ha ordenado la inmovilización provisional en el Port de Tarragona del megayate Crescent, abanderado en las Islas Caimán y de 153 metros de eslora y 21 de manga.

La embarcación ha sido paralizada mientras se procede a "recabar información que confirme la titularidad real del buque de recreo privado", ha indicado en una nota el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que va a constatar "si la propiedad, tenencia o control del buque corresponde o no a una persona física o jurídica incluida en la lista de personas y entidades sancionadas por el Consejo Europeo a raíz del conflicto bélico provocado por la invasión de Ucrania".

La inmovilización es por tanto provisional, pero se ha comunicado a las Fuerzas de Seguridad del Estado. Agentes de la Guardia Civil custodian el barco. La propiedad del Crescent es un misterio en el sector. En 2018, una publicación especializada británica de barcos de recreo lo atribuyó al emir de Qatar, en una información nunca confirmada según la cual era el vendedor en una operación de 600 millones de dólares.

Este es el tercer yate, junto con el Valerie, en Port de Barcelona, y el Lady Anastasia, en la Marina Port Adriano (Mallorca), que inmovilizan Marina Mercante y el Ministerio de Transportes de forma provisional esa semana. El Tango, del magnate ruso Viktor Vekselberg, también está inmovilizado en Palma, según ha informado Diario de Mallorca, periódico que pertenece al mismo grupo que este medio.

El Crescent, que desplaza 9.109 toneladas, fue construido en los astilleros alemanes Lürssen, de Bremen y cuenta con 9 suites en su parte habitable, decorada por el estudio de lujo italiano Zuretti. Llegó a Tarragona el 2 de noviembre de 2021; había solicitado salida a Capitanía Marítima de Tarragona el pasado día 4 de marzo, pero no zarpó.

La retención provisional se ha comunicado a la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, al Servicio de prevención de blanqueo de capitales (SEPBLAC) dependiente de Economía y al Ministerio del Interior, a cuyas fuerzas se ha encargado que colaboren en la verificación de la titularidad real del buque.