Armamento

Defensa planea pertrecharse con un nuevo corredor industrial militar en el mayor ciclo inversor de su historia

El pasado 25 de julio, la Sección de Asuntos Económicos de la Unidad Militar de Emergencias cerró el plazo de admisión de ofertas para la compra de 20 drones

Un militar de la UME muestra un dron especial para vuelo en interiores a la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce.

Un militar de la UME muestra un dron especial para vuelo en interiores a la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce. / UME

Juan José Fernández

Se llama igual que la autovía que lo articula: Corredor de La Plata. Abarca desde Asturias hasta Sevilla y el Ministerio de Defensa pretende que sea el cuarto gran eje industrial del sector, una geografía vertical de empresas diseñadoras, investigadoras, fabricantes y proveedoras de material, armas, máquinas y vehículos para los ejércitos. El plan de Defensa coincide con la inauguración en este ejercicio del mayor ciclo inversor de las Fuerzas Armadas, que pretende rozar en 2029 los 22.000 millones de euros.

Tanto esta previsión de inversión como esta nueva referencia geográfica están recogidas en la Estrategia Industrial de Defensa 2023, de reciente publicación y que no se renovaba desde 2015. El Gobierno consolidó su contenido a partir del incremento de un 26% del presupuesto -el alca más notable para Defensa en España en tiempo de paz- tras la cumbre de la OTAN en Madrid.

El cuarto corredor industrial de la Defensa se unirá a otros tres ya existentes. Son tres áreas de concentración de empresas y bases militares: el corredor Sur (las provincias de Huelva, Sevilla, Cádiz, Málaga, Córdoba y Jaén, con 124 empresas radicadas), el corredor Centro-Mediterráneo (desde Murcia y Alicante hasta Segovia, con sedes de 394 firmas) y el corredor Norte (de Galicia a Aragón, donde tiene sus domicilio 167 empresas).

Ninguno de estos corredores incluye a Cataluña, aunque Barcelona es una de las provincias con tejido industrial más denso relacionado con clientes y proveedores -aunque no proyectos- de la Defensa.

Novedad en el oeste

El pasado 25 de julio, la Sección de Asuntos Económicos de la Unidad Militar de Emergencias cerró el plazo de admisión de ofertas para la compra de 20 drones. La UME busca con este contrato empresas capaces de proporcionarle sistemas voladores no tripulados que pesen menos de 15 kilos y que, a un precio máximo de 5.000 euros cada uno, sean capaces de volar a 70 kilómetros por hora, a 10 grados bajo cero o a tórridas temperaturas de 40, y portando cámaras con gran angular, teleobjetivo y visión térmica.

Defensa ya ha empezado a licitar para pertrechar la nueva base de drones para emergencias, la UDRUME, que en marzo pasado se inauguró en el acuartelamiento leonés Conde de Gazola y que tiene planos de construcción para un edificio de mando, aularios y otras instalaciones.

En abril pasado, previendo una temporada de compras, empresas de diversos países enviaron a la UDRUME muestras de todo tipo de vehículos no tripulados. Allí se vieron aeronaves sin cabina ni ventanas, mulas de seis ruedas, arañas voladoras, robots subacuáticos con grandes ojos de cristal y perros de aluminio y baterías de litio reconociendo el terreno. Esa improvisada feria de alta tecnología en que se convirtió la muestra fue toda una novedad en Ferral de Bernesga, el pueblo del alfoz de León que acoge la base.

En realidad, es novedad para todo el eje, tan agrario, que vertebra la A66, la autovía de la Plata. Si bien, más allá del tópico de la postergación, la base de drones no está precisamente en un páramo: le queda cerca una universidad, la de León, con grados de ingeniería industrial, informática y aeroespacial, y está próxima también a pistas de pruebas del Ejército del Aire y del Espacio.

Hay en el corredor industrial en ciernes dos importantes nuevos polos militares de demanda: además de la UDRUME leonesa, la BLET, o Base Logística del Ejército de Tierra, que se planea en Córdoba, que a mediados de julio protagonizó su primera gran licitación -3,9 millones para un estudio de seguridad laboral para las obras de construcción- y con la que Defensa se apunta a la tendencia de desarrollo de nuevos grandes almacenes robotizados que en el sector privado inició Amazon.

A medio camino, la industria de munición de El Gordo (Cáceres), especializada en morteros, espoletas y cabezas electrónicas, pero que también aporta a su propietaria -Expal, comprada el año pasado por Rheinmetall- un centro de conocimiento sobre inertización de bombas en desuso.

Lluvia de millones

El futuro vehículo de combate del Ejército VCR 8x8 -más conocido como Dragón, un enorme blindado que pesa como 30 seats Ibiza-, se monta en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y se completa en la fábrica de armas de Trubia, junto a Oviedo. Ambas plantas son los extremos norte y sur del futuro eje industrial militar.

Fabricación del blindado 8x8 Dragón del Ejército en Trubia (Asturias).

Fabricación del blindado 8x8 Dragón del Ejército en Trubia (Asturias). / FOTO MDE RUBÉN SOMONTE

“En este corredor se incluirían las capacidades de fabricación de munición y componentes de armamento en diferentes localidades de Extremadura y Castilla y León”, especifica la Estrategia Industrial de Defensa, con la que el ministerio trata de responder a “la necesidad de disponer de suministros clave para reducir las dependencias de terceros”.

Para cumplir con este plan, Defensa prevé que en 2029 se hayan incrementado sus créditos de inversión hasta los 21.922 millones de euros. Este capítulo VI de su presupuesto irá creciendo a una velocidad de alrededor de 2.000 millones cada año desde este ejercicio. Cuando concluya el ciclo -o sea, cuando llegue el año final del compromiso de gasto que España acordó con la OTAN-, la inversión de Defensa en defensa habrá crecido en 18.013 millones de euros.

Los ejecutivos de la cúpula de Defensa detestan que a esta previsión se la llame “gasto” militar. “No es gasto, sino inversión; y no se trata de un rearme de España, sino de pura autonomía estratégica, y de fomentar nuestras capacidades industriales. Esto retiene talento y crea riqueza en el país”, defiende a EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, uno de estos ejecutivos, general de dos estrellas con muchas millas acumuladas en el puente aéreo Madrid-Bruselas.

No alude solo a lo aprendido durante la escasez de medios en la pandemia, o en el posterior atasco de suministros y de semiconductores que debía enviar China: también habla de lo aprendido en la guerra que se libra en Europa.

En la Estrategia Industrial de Defensa se recoge la previsión de un aumento de la demanda interna de armas, la que ya está derivada del actual estado de los arsenales tras dos años de donaciones coordinadas a Ucrania. “En el caso de España -advierte el documento- se hace necesario potenciar las estructuras industriales y la capacidad de fabricación y suministro de munición y misiles para afrontar el aumento de demanda presente y futuro”.  

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