En el Supremo

Aplazada sine die la vista del recurso de Clara Ponsatí contra su arresto en Barcelona

El alto tribunal ha procedido a la suspensión de la vista, que estaba prevista para el día 10, para dar prioridad a otros procedimientos más urgentes que tiene la Sala Segunda

Los eurodiputados Clara Ponsatí y Carles Puigdemont.

Los eurodiputados Clara Ponsatí y Carles Puigdemont. / ARCHIVO

Ángeles Vázquez

El Tribunal Supremo ha aplazado 'sine die' la vista que había convocado para enero para resolver el recurso presentado por la eurodiputada Clara Ponsatí contra su arresto en Barcelona y su posterior puesta en libertad, una vez regularizada su situación judicial en la causa que aún tiene abierta por desobediencia por su responsabilidad en el 'procés'.

El alto tribunal ha acordado suspender la vista, que estaba prevista para el día 10 de enero, para dar prioridad a otros procedimientos más urgentes que tiene la Sala Segunda. El tribunal aún no ha fijado una nueva fecha para celebrar la vista, aunque de retrasarla mucho, con la tramitación de la ley de amnistía es posible que ya no llegue ni a celebrarse.

El objeto de la vista era escuchar los argumentos de su abogado, Gonzalo Boye, que, como ha hecho durante todo el procedimiento judicial, pese a estar declarada en rebeldía, por haber huido de España, recurrió el auto que dictó por exhorto el instructor del 'procés' en el Supremo, Pablo Llarena, tras su arresto en Barcelona. La impugnación alega que el Tribunal Supremo no es competente para procesarla por un delito, que tras la derogación de la sedición se redujo a una mera desobediencia, y por gozar de inmunidad por ser eurodiputada.

Plenamente consciente de que la acusación por desobediencia impide que ingrese en prisión, la consellera regresó el pasado 28 de marzo a Barcelona sin comparecer antes en el Tribunal Supremo para regularizar su situación, como habían hecho quienes estaban en su misma situación: Meritxell Serret y Anna Gabriel.

Ambas fueron citadas por el juez Llarena unas semanas más tarde, sin riesgo alguno de ser detenidas, puesto que también estaban solo acusadas de desobediencia. Serret fue luego condenada por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya a un año de inhabilitación por desobediencia grave.