CASO KOLDO

El PNV explota la debilidad de Sánchez y deja en el aire la comisión de investigación sobre la corrupción en pandemia

Los socios de investidura reconocen "preocupación” sobre los efectos del caso Koldo, pero por el momento ninguno de ellos se replantea su apoyo al Ejecutivo

Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar, tras formar el acuerdo para la investidura.

Pedro Sánchez y Andoni Ortuzar, tras formar el acuerdo para la investidura. / EP

Iván Gil

El PSOE no tiene garantizados los votos necesarios para sacar adelante su comisión de investigación en el Congreso con la que abrir el foco del caso Koldo a otras administraciones, principalmente la madrileña. El PNV todavía no ha tomado una decisión, al contrario de otros socios como ERC y EH Bildu que avanzan su apoyo. Los nacionalistas vascos, según fuentes parlamentarias, dudan de la utilidad de este tipo de comisiones, tanto la promovida por el PSOE en el Congreso como la del PP en el Senado. Lo importante, explican, es el recorrido judicial y el avance de las investigaciones. Si finalmente votan en contra, la iniciativa no saldría adelante, al sumar su rechazo al de los populares y los de de Santiago Abascal, que apuestan solo por investigar en la Cámara alta.

La posición de los nacionalistas respecto a la comisión de investigación y, en definitiva, de la estrategia del Gobierno para encarar el primer caso de corrupción desde la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa, es sintomática para calibrar el efecto del caso Koldo en su relación con los socialistas. A las puertas de las elecciones vascas y en un momento de máxima debilidad del presidente del Gobierno. En este contexto, Junts ha negociado al alza en la ley de amnistía, empujando cambios en la norma que desde el Gobierno habían negado hasta ahora. Y es que el Gobierno necesita retomar la iniciativa con la tramitación de los Presupuestos que los posconvergentes no garantizarían sin antes pactar cambios en la medida para dar carpetazo judicial al 'procés'.

Las cuentas públicas son la siguiente ventana de negociación y el Ejecutivo tiene más necesidad de sacarlos adelante, para garantizar mantener a flote la legislatura y poner el foco en la agenda social, de las que tenía antes de verse acorralado por este caso de corrupción. Tras sellarse el acuerdo entre PSOE y Junts sobre la ley de amnistía, los socialistas apuestan por precipitar la presentación de las cuentas públicas en el Congreso “cuanto antes”.

Los socios de investidura reconocen “preocupación” sobre los efectos del caso Koldo. Por el momento, ninguno de ellos se replantea su apoyo al Ejecutivo, como les pedía el PP en el pleno del Senado de este martes para “decidir si son socios de la corrupción y socios de las mordidas". Eso sí, coinciden en que Sánchez aguantará, pero quedará “tocado”. Desde el PNV quieren esperar a cómo avanzan las investigaciones para decidir si elevar más o menos el tono. Con todo, descartan decisiones drásticas o precipitadas porque por el momento ni siquiera hay una sentencia en firme.

Los nacionalistas vascos, de hecho, apoyaron la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy, solo unos días después de apoyar los Presupuestos del PP, por la sentencia del caso Gürtel. El propio Pedro Sánchez se esforzaba este miércoles, durante una comparecencia desde Brasil, en donde se encuentra de viaje institucional, por diferenciar este caso de corrupción de los que salpicaron a anteriores gobiernos del PP. “Los momentos en los que hubo corrupción institucionalizada, protegida e, incluso, estructurada, pasaron. Son algo del pasado, del año 2018 cuando por fin se abrió paso en las Cortes Generales la asunción de responsabilidades políticas para acabar con procesos de corrupción institucionalizada que nos avergonzaban como país”, aseguró. De este modo, intenta acotar esta crisis a “casos concretos” y anteponer sus estándares de ejemplaridad con los del PP.

El papel de los socios

Con el PP centrado en disparar a la línea de flotación del Gobierno por el caso Koldo, incluso dejando para ello en un plano secundario la ley de amnistía, la posición de los socios es crucial para dar más o menos oxígeno a Sánchez. La amenaza de tumbar la comisión de investigación para extender a las administraciones del PP la corrupción durante la pandemia no es la mejor señal. De hecho, los socialistas ya han avanzado que solicitarán la comparecencia del portavoz del PP, Miguel Tellado, y del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

Sobre Tellado, fuentes del PSOE justifican que “deberá declarar para explicar por qué su nombre aparece en el sumario de la causa abierta por el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de mascarillas durante la pandemia”. Asimismo, apuntan que “el gobierno de Marga Prohens debe dar muchas explicaciones, y confirmar o desmentir si en algún momento recibieron órdenes del número dos de Alberto Núñez Feijóo, Miguel Tellado, para que esa reclamación durmiese el sueño de los justos hasta que los plazos se cumpliesen”.

La comparecencia del alcalde de Madrid se centra en un contraataque para visualizar que “la justicia ha sentado en el banquillo a los comisionistas Luis Medina y Alberto Luceño, para los que se piden hasta 15 años, por cometer una presunta estafa contra el Ayuntamiento”. “Fue el primo de Almeida quien propuso sus nombres al Ayuntamiento”, destacan los socialistas, para diferenciar su gestión de la de Francia Armengol en el Govern balear, también señalada por el PP.

Comparecencias de ministros

Aunque finalmente salga adelante la comisión de investigación, desde ERC avisan que no serán complacientes con el PSOE. Aunque compartan el objetivo de dar continuidad la legislatura, ningún socio quiere dar la sensación de cómplice o suave con la corrución. De este modo, en la lista de comparecientes que preparan los republicanos no solo aparece el exministro José Luis Ábalos, sino también la presidente del Congreso, Francina Armengol, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska o el de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.

Desde EH Bildu, por su parte, defienden su apoyo a la comisión porque “lo reclamamos cuando estalló el caso Ayuso y lo apoyamos también ahora que afecta a personas relacionadas con el PSOE”. “Somos un partido con cero tolerancia hacia la corrupción, como demuestra que somos casi el único partido sin un solo caso”, destacan para marcar distancia en este aspecto con los socialistas. “Es necesario que se investiguen todos los casos de posibles corruptelas durante las compras que se realizaron durante la pandemia por parte de las administraciones públicas”, concluyen criticando que el PP “mantiene abiertos diversos casos de corrupción e intenta cubrir constantemente casos similares en sus propias filas”.