La Unesco suspende a 19 candidatas a Patrimonio mientras aprueba a las Fallas

La ciudad de Valencia se ha visto, ocasionalmente, en acontecimientos donde algo es evaluado desde el exterior. No hubo éxito cuando se optó a los Juegos del Mediterráneo o al Mundial de Atletismo y sí que se celebró a lo grande la adjudicación de la Copa del América. Ahora se pasa a otro vector, el cultural, para saber si, el 2 de diciembre, la Unesco da el visto bueno a la declaración de las Fallas „las de la ciudad y las que se celebran en las poblaciones„ adquieren la condición de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Lo que suceda en el Comité Intergubernamental de Adis Abeba supondrá, en caso de que el resultado sea positivo, dará a la fiesta una marca de calidad. Y es el resultado de un proceso que empezó tras la asamblea de presidentes de abril de 2011. La médula del proceso no parece complicada en la teoría, pero sí en la práctica. Se trataba de preparar un informe o, más bien, responder a un cuestionario. Pero de algo que parece tan, aparentemente, sencillo, depende gran parte del éxito o el fracaso.

Dicho de otra forma, por ejemplo, explicar las Fallas en 250 palabras. Un comité de expertos formado por Javier Mozas, José Martínez Tormo, Josep Lluis Marín, Jorge Guarro y Gil Manuel Hernández fueron los encargados de realizarlo. A pesar del evidente antagonismo ideológico con el entonces presidente, Francisco Lledó „salvo Guarro, que estaba en su directiva„, el equipo, formado por miembros de la Associació d'Estudis Fallers se puso manos a la obra. «Se redactó entre mayo y septiembre de 2011. No fue fácil porque una manifestación tan compleja como son las Fallas había de ceñirse a una restricción cuantitativa del número de palabras. Y cualitativa porque la Unesco valora mucho el lenguaje específico, el argot antropológico sin, con ello, vulnerar el mensaje. Había que medir muy bien las palabras».

Por ejemplo, «no debes hablar de "festejos", sino de "secuencia de actos rituales" ni de "comisiones en la calle", sino de "redes de sociabilidad urbana". Es exactamente lo mismo, pero el mensaje cambia». Fallas versión National Geographic. El informe debió surtir su efecto, puesto que el pasado lunes la Unesco dio el visto bueno, a través de la Comisión de Evaluación, a la candidatura. Y recomienda a la Comisión Intergubernamental que la incluya en la lista representativa. Y este informe no es baladí ni superficial: de las 37 candidaturas, 19 han recibido informe negativo. Las negativas se producen porque la candidatura deje dudas de que el elemento propuesto merece incorporarse a la privilegiada lista.

«Haga una breve descripción del elemento para lectores que nunca la han visto», «¿Quienes sostienen y practican en elemento? ¿Hay algún tipo de papeles específicos, personas con responsabilidad especial para la práctica y transmisión del elemento? Si es así, ¿quienes son y cuales son sus responsabilidades?», «¿Cómo se transmiten los conocimientos y características del elemento?», «¿Qué funciones sociales y significados culturales tiene hoy en día en su comunidad?», son algunas de las preguntas que hubo que contestar.

Los informes son bastante duros y los rematan con una forma diplomática de devolver la candidatura al país que lo ha presentado y que «lo vuelva a enviar para que sea examinado en el próximo ciclo». Es decir, a partir de 2018.

Entre las fiestas descartadas hay festejos populares como el Carnaval de El Callao venezolano, el merengue de la República Dominicana y el yoga de India, la tradición ecuestre mexicana de la Charrería, las marionetas presentadas por la República Checa y Eslovaquia, el festival de pesca de Nigeria o la fiesta que realizan en Bangladés y que realizan, a base de grandes figuras, los alumnos y profesores de Bellas Artes de la Universidad de Dacca. Eso no quiere decir que estén descartadas: los representantes de esos países deberán ahora convencer a la comisión de que el informe es demasiado duro. De la misma manera que las aprobadas aún necesitan los 13 votos mínimos necesarios de entre los 24 países del Comité.

De las 18 candidaturas bendecidas, además de las Fallas se han salvado como más conocida la de la Rumba de Cuba. Entre las manifestaciones de cultura festiva la han superado el Novruz (año nuevo persa), presentada por doce países; el Carnaval de Granville, de Francia; el Año Nuevo en la región griega de Kozani; el festival de carrozas de Yama, Hoko y Yatai en Japón y la fiesta de los vendimiadores de Vevey, en Suiza.