La Junta Central Fallera (JCF) anunció ayer la suspensión de la normativa referida a la vestimenta particular de las falleras hasta que se redacte un nuevo documento que deberá contar con la colaboración de los servicios de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia y tener «una visión contemporánea y coherente con el valor de la mujer en la fiesta».

La citada suspensión se anunció a última hora de la tarde de ayer después de recibir una avalancha de críticas que el propio concejal de Fiestas, Pere Fuset, trató de apaciguar sin éxito explicando que el reglamento había salido a la luz precisamente para cambiarlo.

En esa línea, la directiva de la JCF quiso «reiterar el anuncio realizado en la pasada Asamblea de Presidentes sobre la necesaria revisión del documento que durante muchos años ha regulado el funcionamiento interno de las falleras mayores y cortes de honor y que al ser expuesto públicamente de manera reciente ha protagonizado debates en varios medios de comunicación».

Anuncia, así mismo, «que esta profunda revisión será efectuada con la imprescindible participación de todos los agentes falleros y contará con la aprobación interna de los órganos de decisión democrática de la Junta Central Fallera».

Para garantizar que este proceso sea ejecutado de la manera más inmediata posible, la junta directiva avanza que en la asamblea del próximo martes abordará la composición de esta comisión, que «contará con la colaboración de los servicios de Igualdad del Ayuntamiento de Valencia y que desde el máximo consenso del mundo fallero supondrá una visión contemporánea y coherente con el valor de la mujer en la fiesta».

Traspiés ante la Unesco

Por último, la JCF reclama al conjunto de la opinión pública el «máximo respeto hacia la figura de la fallera mayor y las cortes de honor y hacia la propia fiesta de las Fallas de Valencia por encima de cualquier visión reduccionista de la misma».

Esta defensa es «especialmente importante en un momento en que nuestra fiesta, con sus embajadores al frente y el conjunto del mundo fallero, tenemos que asumir uno de los mayores retos de nuestra historia», en referencia a la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.

Por la mañana, el concejal Pere Fuset explicó que las normas que han salido a la luz «se han estado exigiendo durante muchos años a escondidas». «Hay determinadas partes que no nos gustan y por eso en la última asamblea de presidentes de comisiones falleras anunciamos nuestra voluntad de modificarlas lo antes posible», añadió.

Aunque se trataba de un protocolo aplicado ya por la Junta Central Fallera y firmado obligatoriamente por la corte de honor del año que viene, el concejal aseguró que su intención realmente es cambiarlo. Y para ello, dijo, «hemos de contar con la opinión del propio mundo fallero, porque normas como esas no pueden estar sujetas a la voluntad de la directiva de la Junta Central Fallera que haya en un momento dado, sino que han de ser adoptadas con la participación de todos».

Si ha salido ahora a la luz ha sido también para «evitar que las falleras tengan que asumir de forma oculta, como ha ocurrido desde hace muchos años, unas normas que no se ajustan a la realidad de nuestra fiesta grande en pleno siglo XXI».

Su compañera y concejala de Igualdad, Isabel Lozano, coincidió en que se trata de un protocolo «trasnochado» que trata a las falleras «como niños». Y según dijo «Pere Fuset coincide en que esas normas están anticuadas y por esa voluntad de transparencia ha decidido que hay que abrir un debate». Isabel Lozano cree que en el mundo fallero hay que adecuar todo lo que tiene que ver con el trato y la representatividad de la mujer.