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La falla que hubo que restaurar porque se la comieron las ratas

Xavier Herrero aplica «cirugía estética» a la falla Acacias-Picayo, que estaba guardada en un local

Restauración de una falla comida por las ratas

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Tener que conservar durante un año y medio una falla genera escenarios inesperados. Por ejemplo, que las ratas se te coman la falla. Como suena. Si no fuera porque los artistas falleros disponen del virtuosismo técnico de un cirujano plástico, la falla Acacias-Picayo que saldrá próximamente a la calle tendría un problema y grande.

La falla se guardó en una planta baja que tiene a su disposición la comisión. Al lado de donde debe ser plantada. Así no se depende de nadie. Pero «la sorpresa fue que, una de las veces que entraron, vieron que estaba agujereada» cuenta el artista Xavier Herrero. Comida literalmente.

Seguramente no para alimentarse (el «suro blanco» ingerido seguramente es venenoso) sino «para criar, porque vieron montañitas de corcho blanco en el suelo. Iban a hacer el nido». Y eligieron para ello la figura de la pitonisa que forma parte del proyecto «Futur, Futur». Tanto, que un poco más y habría sido decapitada. «Los falleros reaccionaron en cuanto lo vieron y pusieron veneno. Parece que han acabado con todas». Pero faltaba ahora la operación de cirugía estética. Para un artista fallero, lo que parece una catástrofe tiene solución. «De cosas peores, o mucho peores, hemos salido». Espuma, masilla y lija. Sólo falta la mano de pintura. «Pero eso, por practicidad, lo haremos directamente en la calle».

Reconoce el artista setabense que estas cosas ocurren «porque estás en un escenario nuevo en muchas cosas. Yo tengo fallas que están hechas desde hace dos años. Si te llevas una falla, la guardas y pasa el tiempo hasta que se puedan sacar nuevamente, ocurren cosas como éstas». Porque ratas urbanas o «ratolins» puede aparecer en una planta baja o en un taller de artista, pero cuando la pieza está guardada y, por lógica, la puerta no se abre en semanas, aparecen sorpresas como ésta que «quedará como anécdota porque es una pieza de tres metros, manejable. Tiene solución».

Para los artistas falleros hay otros problemas técnicos que afrontar, si llegan. Porque con el inicio de la «plantà» se desvelará si el temor a que las estructuras de madera estén bien, mal o regular. Puesto en aviso hasta por los propios profesionales. Herrero es del sector optimista. «Yo creo que sí. Hasta donde aprecio, creo que se podrá plantar sin problema». Herrero, habituado a tener una producción abundante de fallas (su empresa de decoración aplicada ha trabajado bastante, para lo que es la crisis global, durante el túnel de año y medio) estará en València en seis demarcaciones grandes, incluyendo San Vicente-Periodista Azzati en Primera A.

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