Nerea López Maestre recibió ayer la llamada más esperada dentro del mundo fallero. Cerca de las 19,30 horas, el alcalde de València Joan Ribó le comunicó que es la Fallera Mayor Infantil de València para 2022.
«Ha sido un momento muy emocionante y con muchos nervios, ya que creía que Ribó se había equivocado al decir mi nombre, pero soy la única Nerea entre las trece niñas», explicaba.
Desde ayer, miércoles 13 de octubre, su nombre ha pasado a formar parte de la historia de las Fallas y también del sector de la Creu Coberta, al cual pertenece su comisión Ingeniero José Sirera-Pío IX, ya que es la primera máxima representante de esta fiesta dentro del sector.
«Desde bien pequeña bajaba a tirar petardos a la falla y sabía que tenía que ser fallera porque es un honor pertenecer a una comisión», explicaba rodeada de amigos, familiares y el resto de su falla. Reconoce que está preparada para afrontar este cargo, porque «puedo aportar alegría, compañerismo y amor». Además,destacó la «suerte» de estar acompañada por el resto de la corte de honor infantil. «La relación es muy buena, somos todas muy amigas y estoy muy contenta de vivir el reinado con ellas», recalca.
Aunque espera con ansia la llegada de todos los actos falleros que vivirá durante los próximos meses, explica que la exaltación y la Crida «son los que más ilusión me hacen». «Espero que representemos las Fallas de la mejor manera posible», añadía.
No obstante, Nerea es consciente de que deberá compaginar los diferentes actos de su reinado con sus estudios en el CEIP Profesor Ramiro Jover, donde cursa 6º de primaria, y con sus clases de violín y piano en la Unión Musical l’Horta de San Marcel·lí. «Aprovecharé los ratos que no tenga ningún acto para estudiar y hacer deberes, aunque supongo que la profesora entenderá que soy Fallera Mayor Infantil», señalaba y, además, añadía: «me ha dicho que, si no puedo hacer algún ejercicio, no pasa nada, pero tengo que estudiar». Además, también le gusta pintar, bailar e ir de excursión.
«Los sueños se cumplen»
Sus padres, Noelia Maestre y Kiko López, tampoco pudieron contener la emoción durante toda la noche. Cogidos de la mano y con gestos de complicidad, no apartaron la mirada de su hija desde el momento de la llamada . «Ha sido una explosión de felicidad, Nerea ha esperado muchísimo para que se pudieran celebrar las Fallas y se lo merecía después de tanto tiempo». Ambos transmitían cierto «nerviosismo» pues «somos conscientes de que Nerea va a ser el centro de la fiesta». No obstante, su padre recalcaba: «los sueños hay que cumplirlos». Por ello, ninguno de los dos duda en que su hija va a ser una buena representante fallera. «Puede aportar espontaneidad, naturalidad, ternura, disciplina y responsabilidad», comentaban. En este sentido, uno de los miembros del jurado, que también acudió a felicitarla junto a otros representantes, destacaba: «desde el primer momento vimos su sencillez, la bondad y el saber estar». Tanto Noelia como Kiko, desconocen de dónde proviene el gen fallero de su hija. «No somos falleros, vivimos la fiesta desde otra perspectiva, ya que somos músicos», explican. Saben que estas serán unas Fallas diferentes. En este sentido, su abuela Mercedes le dedicaba palabras muy entrañables: «no sé si voy a poder verla o cuándo se irá a los actos», decía con mucho cariño.
