Una veintena de asociaciones y partidos políticos de Alboraia, así como un directivo de la Entidad de Conservación en el que se integran unos 1.700 apartamentos de Port Saplaya, han firmado un manifiesto en contra de la celebración del festival Marenostrum en el aparcamiento del centro comercial Alcampo en julio de 2017. Entre los firmantes se encuentra la Asociación Cívica y Cultural de Port Saplaya, l'Associació de Veïns del Centre Històric, l'Associació de Veïns de la Patacona, la de Veïns del Palmaret y la de Veïns de Rei en Jaume i Adjacents.

También los firman los representantes de Compromís per Alboraia, de Ciudadanos y de Esquerra Unida, que suman entre los tres 10 de los 21 ediles de la corporación municipal. No han firmado este manifiesto ni los ediles del gobierno socialista ni los del PP local. También apoya el rechazo al festival Podem Alboraia, Esquerra Republicana del País Valencià y otras entidades sociales y empresariales como Som Horta, la AMPA del IES Patacona, el Club Naútico de Port Saplaya, l'Associació Cultural Dimonis de l'Avern, la Associació Cultural Republicana Vents del Poble, la Fanecà-Productes Ecològics, la CGT, l'Associació per la Cultura de les Xufes Xufacity, la Agrupació Familiar Port Saplaya y SPG-Ecollaures.

Estas entidades manifiestan que la «localización prevista para el festival es incompatible con el derecho al descanso de vecinas y vecinos». «Después del fracasado intento del año pasado y apresuradamente se quiere aprobar un nuevo emplazamiento en el litoral de Alboraia „añade a continuación„. La zona elegida es el terreno municipal que sirve de aparcamiento entre Alcampo y Leroy Merlín donde se prevé la instalación de los escenarios. Se encuentra a tan sólo unos cientos de metros del núcleo de Port Saplaya, donde residen y veraneante más de 3.000 personas. El festival prevé entre el 8 y el 10 de julio dos noches seguidas de música a un volumen muy elevado hasta las 7 de la mañana. También se prevén entre el 1 y el 8 de julio diversas actividades con los asistentes al festival, que provocarán una ocupación masiva de las playas y calles de Port Saplaya. Todo esto hará imposible el descanso del vecindario».

Sobre la localización del festival en el aparcamiento, las entidades afirman que «provocará graves problemas de accesibilidad y seguridad. La organización pretende acoger 20.000 personas por noche durante los macroconciertos del 7 y 8 de julio en un espacio reducido en el interior del cual se encuentra la gasolinera del centro comercial. Además, la realización del macrofestival no va a implicar la paralización de la actividad de Alcampo y Leroy Merlin, que tendrán que convivir con el festival». A continuación, subrayan que Port Saplaya «actualmente sólo dispone de una vía de evacuación para el puente sobre la V-21, que ya actualmente se colapsa con facilidad. Con las cifras de asistentes previstas es incuestionable que la accesibilidad supondrá un grave problema y un peligro para todos, y hará imposible el aparcamiento de vecinos y visitantes de las playas». «Hay que recordar, además, que los terrenos escogidos se encuentran en el área de incidencia de la autovía V-21, una vía en la que en época estival, y en especial en los fines de semana, se producen peligrosas retenciones, que ahora se verían agravadas por la afección visual que el propio festival provocaría sobre el tráfico», concluyen a este respecto.

Sobre la posible incidencia del Marenostrum en el medio ambiente, los firmantes aseguran que «es inevitable que un macrofestival con 20.000 asistentes provoque graves impactos. El evento, tal como se ha diseñado, requiere de zonas de acampada y aparcamiento, que sólo pueden situarse en entornos de huerta protegida, de dominio marítimo, de afección de la V-21 y en la proximidad del barranco del Carraixet, lo que podría provocar problemas para la obtención de los correspondientes permisos y provocar una nueva cancelación». «Por mucho que los promotores pretendan acotar los espacios del festival, como ya publicó la prensa en la edición de 2016, los asistentes al macrofestival tienen por costumbre entrar y salir del recinto para beber en sus coches aparcados en las proximidades. También es previsible la llegada de cientos de personas que se desplazan hasta el entorno para disfrutar de la música sin abonar entrada. Situación que será muy difícil de controlar con los limitados recursos de que dispone Alboraia».

Finalmente, recuerdan que proyecto del festival Marenostrum 2017 «no cuenta con el apoyo mayoritario de las asociaciones vecinales, ni de los partidos del pleno municipal». «Aunque en esta ocasión los promotores del Marenostrum explicaron a partidos y asociaciones su proyecto, gesto que agradecemos „reconocen asociaciones y partidos políticos„, no han logrado convencernos de los beneficios del festival. Como ya ocurrió en la edición de 2016, se han encontrado con la oposición de las asociaciones vecinales y culturales del pueblo, y de la mayoría absoluta de los grupos municipales, manifestada claramente el pasado 5 de diciembre».

Por todo ello, concluyen que «con las presentes circunstancias, insistir en la realización del Marenostrum en el Parking de Alcampo sólo va a servir para dividir el pueblo y provocar polémicas estériles». «Pensamos que Alboraia tiene problemas mucho más importantes como para que el gobierno municipal, los partidos del pleno y la sociedad civil dedican tantos esfuerzos a discutir alrededor de un festival que responde fundamentalmente a los intereses económicos de los promotores», añaden a continuación, por lo que piden que el gobierno que preside Miguel Chavarría «comprenda que los vecinos y vecinas no tenemos ninguna necesidad de "poner Alboraia en el mapa" y por lo tanto no queremos sufrir los problemas ni los gastos que este festival va a comporta»r. «No queremos que el macrofestival condicione nuestras fiestas patronales ni este año ni en los próximos, por lo que solicitamos al Ayuntamiento de Alboraia la denegación del permiso preceptivo», finalizan.