La sentencia que condena al exconcejal de Fiestas de Benetússer, Fernando Ros, a tres años de prisión y el pago de un millón de euros por apropiación indebida de fondos de su empresa para, en algunos casos, pagar facturas del consistorio, no ha contentado al denunciante, el propietario de la empresa Hijos de Bautista Bas SA. Este antiguo empresario esperaba que se aceptase la propuesta de Fiscalía de cinco años de prisión para el exedil y asegura que las pérdidas ascienden a 2.4 millones si se cuentan todos los años en las que el condenado trabajó para la mercantil. «Ros me dejó arruinado, ahora tengo que vivir de mi pensión cuando hace 15 años era propietario de una empresa de más de 60 años, muy prolífica y que me ví obligada a cerrar por todo el dinero que se llevó este señor», asegura Pepe Bas.
En 2008 la empresa dedicada al curtido de pieles hizo un ERE «para poder pagar a los 28 trabajadores que teníamos» y entró en proceso concursal. «Fui yo el que tuve que animar al administrador concursal a personarse en el caso», recuerda.
Este empresario no está satisfecho ni con la sentencia ni tampoco con el proceso, ya que tardó en resolverse más de doce años, «y encima el juez dice que reduce la pena por la dilación del proceso, cuando son los propios jueces quienes lo han alargado ya que cuentan con toda la documentación desde el primer día». Bas afirma que se han sucedido una serie de hechos «muy raros» que han dilatado el proceso. «Han pasado cuatro o cinco jueces, otros tantos fiscales, primero estuvo en el Juzgado de Catarroja, luego en el de Paterna, e incluso me planteé acciones sobre algún magistrado pero no tengo dinero para gastarme en más abogados, por suerte puedo vivir de mi pensión», admite el paternero.
Tampoco está satisfecho con el pago de 180.059 euros que el juzgado de Instrucción de Paterna obliga a abonar al Ayuntamiento de Benetússer como responsable civil a título lucrativo. «Nosotros entregamos cheques, talones y transferencias para pagar servicios a favor del Ayuntamiento de Benetússer valorados en 260.486 euros, hay 80.000 euros que no reconoce el juez no sé por qué», advierte.
Asimismo, Bas, tras leer en Levante-EMV que la alcaldesa Eva Sanz va emprender acciones legales contra Ros, afirma que «llegan un poco tarde, porque siendo ella concejala de Hacienda entonces es muy extraño que no supiese de la contabilidad de la concejalía de Fiestas».
Una premisa que también defiende el condenado, Fernando Ros, quien fue concejal de Fiestas desde 1995 y 2006, coincidiendo con Eva Sanz, hasta que ella llegó a la alcaldía y le quitó sus competencias al descubrir precisamente irregularidades económicas. «Eva era concejal de Hacienda y estaba al corriente de las cuentas», afirma.
El abogado de Fernando Ros ya ha presentado un recurso de casación al Tribunal Supremo, como así establecía la sentencia, alegando, como ya hizo en el anterior proceso que «ni tenía firma de la sociedad ni facultades para disponer del dinero de la misma».
El exconcejal afirma que ha sido «muy dura» la espera de la sentencia, que se alargó demasiado, más de 12 años, y cree que hay posibilidades de que el TS admita su recurso.
