La Placeta del Forn de Alfafar ha dejado de tener el horno que le daba nombre tras ser derribado por su propietaria al declararse el inmueble en ruinas . Se trataba de un horno del siglo XVII, último vestigio que quedaba del señorío de los Boil en Alfafar. El partido de reciente creación Alfafar Davant denuncia la pasividad del ayuntamiento que ha permitido que los propietarios derriben este inmueble.
«Es una verdadera lástima que no se haya podido hacer un estudio documental y arqueológico ni una memoria para la posteridad sobre este elemento histórico, máxime si se tiene en cuenta que era perfectamente recuperable», señalan desde Alfafar Davant.
Sin embargo, el alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, afirma que el horno no tenía ningún valor patrimonial y que han actuado de la mejor forma para evitar problemas de seguridad, ya que se estaba cayendo parte del techo. «Observamos que se estaban cayendo cascotes del techo al suelo y para evitar cualquier accidente avisamos al propietario, quien pidió licencia de derrumbe», afirma.
Estudio arqueológico
Según el primer edil, el propietario, a la hora de pedir la licencia de derrumbe, presentó un estudio arqueológico de una empresa externa que certificaba que el antiguo horno no tenía ningún valor patrimonial. «así que decidimos aprobar la licencia y el propietario ya ha llevado a cabo los trabajos de demolición y ha tapiado la zona».
Caso diferente es el subsuelo, ya que Adsuara afirma que sí es posible encontrar algún hallazgo de valor arqueológico en el subsuelo del horno, «por eso si el propietario quisiera construir debería pedir de nuevo licencia y en ese caso deberíamos obtener el permiso de la Consellería tras el previo estudio arqueológico», remarca.
Asentado sobre otro horno
Poco se sabe de este horno. El cronista oficial de Alfafar, Francisco Catalá, afirma que este horno del siglo XVII está asentado sobre otro más antiguo, posiblemente del XIV, que fue derribado para construir el nuevo.
«Su único valor reside en que es el último vestigio que quedaba de los Boil, un linaje de la nobleza aragonesa que con la conquista llegó al Reino de València». Pedro IV entregó a Pedro Boil en 1364 la jurisdicción civil de las tierras de Alfafar, y con ella, como regalía, los monopolios del horno, tienda,carnicería y almazara, que dieron origen a la Placeta del Forn.
