A pesar de las reformas millonarias, en algunos casos, y de las campañas de dinamización, los mercados municipales, que entraron en declive hace más de una década no despegan. La mayoría de estas superficies en las grandes ciudades de l'Horta tiene apenas una ocupación del 50%. Sus defensores esgrimen la calidad de los productos, el trato cercano y la experiencia de vendedoras y vendedores. Los críticos lamentan que se hayan quedado «obsoletos», con horarios muy reducidos y «sin iniciativas innovadoras en un mercado dinámico, cambiante y con mucha oferta». Frente al auge que actualmente tienen en la ciudad de València, con puestos especializados y actividades complementarias, en l'Horta siguen sin remontar.
En Torrent, la Generalitat Valenciana invirtió nueve millones en el edificio que alberga el mercado (y otros servicios) junto a la Torre y el resultado es que de los 21 puestos hay 12 ocupados. Los negocios que han cerrado no se reabren con otros productos. Y todo a pesar de que los adjudicatarios pagan una repercusión de los gastos comunes de entre 50 y 70 euros al mes, además de canon prorrateado en 20 años. El mercado de la Torre abre en horario de mañanas y solo da servicio por la tarde dos días. Dispone de aparcamiento público. Respecto al mercado de Sant Gregori, tiene 14 puestos con 10 en activo.
En Alaquàs, la situación se agrava al tener el mercado solo nueve paradistas (con dos recientes incorporaciones) de 22 puestos, además de la cafetería. El colectivo abre por las mañanas y solo una tarde a la semana, la del viernes. No tiene reparto a domicilio ni compra on-line. Fuentes municipales achacan las dificultades a que «Alaquàs es un municipio comercialmente muy competitivo y hay mucha oferta». Con todo, elogian la calidad y el trato del mercado municipal.
Más de 1.5 millones de euros costó el nuevo mercado de Paiporta, que se inauguró con deficiencias por la falta de un centro de transformación que impedía tener aire acondicionado y ascensores. Las obras para subsanarlo empezarán en breve y en el consistorio confían en que puedan impulsar una mayor ocupación. En la actualidad, el mercado tiene 14 paradas, solo hay ocupadas seis y dos están e proceso de licitación. Desde la concejalía de Comercio, también se están llevando a cabo acciones de revitalización.
Una veintena de puestos componen el mercado de Mislata. Siete de ellos están vacios, en lo que es una tendencia en los últimos años. Y eso que el recinto aplica técnicas de dinamización para ganar clientes, como el envío de la compra a domicilio y la apertura de los viernes por la tarde. También desarrolla campañas en redes sociales, promoción de eventos gastronómicos y culturales como convocatorias de concursos de fotografía y exposiciones. El 23 de febrero, de hecho, se celebrará la primera edición del Mercafest para atraer al público.
En l'Horta Nord, el recinto de Paterna se encuentra al 50% de ocupación (8 de 16 puestos), con un descenso pronunciado en los últimos años. Los precios de las paradas son accesibles, solo 100 euros al semestre por un espacio de unos cuatro metros cuadrados, con el suministro de luz excluido. De hecho, algunos emprendedores han decidido iniciar algunos proyectos al margen del sector alimenticio en un puesto del mercado, aprovechando los precios bajos de alquiler de las paradas.
Burjassot cuenta con 23 puestos en su mercado municipal, cuatro de ellos vacíos y que se licitarán en breve. Desde hace un par de años, la concejalía de Roc Senent ha realizado diferentes obras de mejora. La próxima iniciativa será en la fachada exterior. «Intentamos que el mercado funcione. Este año queremos obtener la distinción de Mercado Excelente que otorga la Generalitat», dice.
