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Pintura

El arte que se pinta con la boca

El artista, con movilidad reducida en todo el cuerpo, ha pintado más de 250 cuadros con su técnica, ha expuesto hasta en Nueva York y practica deporte

El arte que se pinta con la boca

Francisco Javier Planells es artista. Pero no es un artista al uso. Planells hace arte «con diversidad», tal como él mismo asegura. El pintor, nacido en Alaquàs y residente en Torrent, ha vivido desde niño con una parálisis cerebral y su poca movilidad le impide empuñar el pincel con las manos. Por eso, lo hace con la boca. Lleva más de 20 años pintando desde que, cuando era adolescente, comenzó a hacerlo con la poca movilidad que le quedaba en los dedos. Pero un día ya no pudo. Entonces, una de sus profesoras del colegio público de educación especial La Encarnación le dijo: «Vamos a hacer una prueba Javi, inténtalo con la boca». Ahí empezó su creación con la boca y el pincel, hasta hoy.

Su ilusión y optimismo le han valido el premio local Ciudadano de la Federación de Asociaciones Ciudadanas (FAC) de Torrent que, hace unas semanas, reconoció su trayectoria artística y su figura como un ejemplo de superación ante las adversidades. «No me lo podía creer, fue una ilusión muy grande», recuerda el artista, que matiza que fue Pep Vaela y su Asociación de Asidit de Torrent quienes le propusieron para el premio.

Amante del arte de Monet, su gran inspiración, Javi Planells comenzó a pintar con la imaginación. «Al principio no sabía lo que pintaba, usaba la imaginación», cuenta. Hasta que un día una amiga le propuso dibujar a través de fotografías. Desde 1998, el artista forma parte de la Asociación de Pintores con la Boca y con el Pie, donde presenta cerca de 12 cuadros al año como becario. El artista recibe una beca mensual para costear sus materiales y su formación y, cuando alcanzan un nivel profesional, pasan a ser lo que ellos llaman «miembros». Cada vez, cuenta Planells (que en este momento es el único artista de la agrupación en la Comunitat Valenciana) hace cuadros de más calidad, por lo que en los últimos años solo presenta cinco obras a lo largo de un ejercicio.

Desde sus inicios, Planells se ha especializado en diferentes temáticas, relativas a paisajes o elementos que le inspiraran. Amaneceres o atardeceres fueron su escenario ideal, pero, ahora, durante esta temporada, se ha centrado en el poder del mar. «Ahora estoy empezando a dibujar cuerpos en la academia a la que asisto. Poco a poco», añade.

Su trayectoria agrupa más de 250 obras que se han expuesto en diferentes salas. La más lejana, en Nueva York. Su colaboración en el volumen «Maestros contemporáneos», de la editorial Oliveras, evolucionó en una exposición de cuadros en la galería Crisolart de Barcelona y más tarde en una sala de «la gran manzana». Todo un éxito para Javi Planells.

Pero ni de lejos el único. De hecho, el primero de muchos. El artista es también un gran activista que trata de mostrar que «si quieres, puedes». Esa misma frase les dice a los alumnos y alumnas de todas las edades (desde infantil hasta universitarios) cuando asiste a los centros educativos a ofrecer charlas y talleres sobre su pintura con la boca. «A los niños y niñas les repito una idea: Si quieres, puedes. Si te esfuerzas y tienes ilusión por las cosas, puedes conseguir todo lo que te propongas». Aunque el camino es largo y a veces difícil, dice, «si te esfuerzas por lo que quieres, puedes hacerlo».

Para intentar hacer ver cómo es su día a día a la hora de comunicarse, Planells realiza un juego con los alumnos. «Les digo que se metan cinco caramelos blandos en la boca e intenten hablar. Esa dificultad es la que yo tengo cada día para expresarme». Por eso, además de hacerlo de tú a tú, el artista tiene un programa electrónico por el que graba los mensajes en el ordenador para poder reproducirlos después en las charlas. «Así la dinámica es más ligera y da tiempo a hacer preguntas», relata.

Pero no solo es pintor de boca. El deporte también le apasiona y juega en la categoría autonómica de Boccia, el deporte adaptado que, según cuenta su madre, es similar a la petanca. Lleva practicando el deporte más de 25 años y explica que las técnicas han cambiado mucho a lo largo de los años. Planells se atreve con todo. No le basta un deporte. Uno de sus mayores logros llegó el verano pasado cuando nadó la travesía de 750 metros de aguas abiertas en el puerto de València. «Tarde siete años en prepararme y tenía mucho miedo a tragar agua o a coger frío en las piernas, que es lo que tengo más sensible». Pero se lo propuso y lo consiguió. Su próxima meta que, dice, es «su sueño», es poder crear un congreso de «arte con diversidad funcional» en el que cupieran artistas con dificultades de todo tipo y en el que hubieran talleres de diferentes disciplinas. Pero eso, dice, es un proyecto de futuro.

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