Los desafortunados episodios de existencia de heces en las piscinas municipales de la comarca se han vuelto a repetir este fin de semana. La piscina del Barri del Crist, barrio que comparten Aldaia y Quart vive por primera vez este suceso. El viernes 2 de agosto alrededor de las 12 del medio día encontraron en la piscina pública grande un excremento.

Los responsables de la instalación tuvieron que llamar a mantenimiento para que pusieran en marcha el protocolo de desinfectación del agua. En el momento en el que detectan este tipo de problemas, todos los usuarios deben salir de dentro de la piscina hasta que finalice el proceso de limpieza, que en un espacio de tales características (piscina olímpica) se puede prolongar hasta 4 horas.

La tarde del mismo viernes, cerca de las 17 de la tarde, encontraron una hez en la piscina de los infantiles. En el establecimiento hay carteles que recuerdan a los familiares de los niños pequeños que deben ponerles pañal para evitar estas situaciones. Aún así sucede y proceden a vaciar la piscina para, posteriormente, volver a llenarla.

El domingo día 4 por la tarde volvió a ocurrir lo mismo. Actualmente el protocolo es más exhaustivo que hace años, que siemplemente se recogía el excremento del agua, y esto provoca que se malgasten muchos litros de agua. Por ello, los responsables de la piscina piden que "la gente sea más cívica y ayuden entre todos a acabar con este problema" y sobre todo llaman a que sean "responsables con el medio ambiente".

Estos hechos se suman a los que ya se produjeron durante el mes de julio en piscinas como las de Catarroja, Massanassa o Tavernes Blanques, que obligaron a los consistorios a adoptar medidas drásticas como vigilar las mochilas de las personas que acudían o identificarlas con DNI. De forma paralela, también Almàssera tuvo que vaciar su piscina al detectarse la presencia de cristales.