La mecha de Pepín Damián, esa por la que siempre luchó para que se mantuviera viva en la Cordà y en las futuras generaciones, se apagó ayer a los 90 años. Con su muerte, Paterna no solo pierde al ‘coeter major emèrit’ sino a una figura única que logró la pervivencia de la fiesta del fuego, la hizo famosa fuera de las fronteras autonómicas y aplicó novedosas medidas de seguridad.

Pepín Damián (Paterna, 1929) fue desde su infancia un apasionado de la pólvora y el fuego, a los que dedicó gran parte de su vida, materializando en la Cordà y en los «pasacalles de cohetes de lujo» su pasión, su constante innovación, su participación y su amor por todo lo relacionado con el «foc».

Compositor de la letra del himno de la fiesta, «Foc, foc i foc», e impulsor del monumento al tirador que se encuentra en la plaza Mayor, Damián entró por primera vez en la Cordà en 1948. Desde entones hasta el día de hoy, no había dejado de participar, directa o indirectamente, en la organización de los actos del fuego.

Su papel fue clave para evitar que la actividad desapareciera y su incansable trabajo y aportaciones económicas lograron el crecimiento exponencial de la Cordà. Pepín introdujo a lo largo de los años medidas de seguridad como las patas de los cajones, las bengalas verde y roja que marcan el principio y el final y otras acciones junto al incremento del número de cohetes. Sus conocimientos lo convirtieron en un referente de la pólvora popular y su consejo era escuchado por cualquier asociación que se iniciaba en el fuego. Su papel también fue clave para implantar el cohetódromo, para las actividades menores con cohetes.

En este tiempo, Paterna reconoció su trayectoria. Distinguido con el Coet d’Or y la Insignia de Oro de la Villa de Paterna y condecorado como Ciudadano Ejemplar de la Policía Local y la Policía Nacional de Paterna, en 2015 fue homenajeado por el Ayuntamiento, dedicándole una placa conmemorativa en la calle Mayor. Solo le falta una calle en la ciudad.

Con motivo del fallecimiento de Damián, Paterna decretó ayer un día de luto oficial. El alcalde Juan Antonio Sagredo señaló que era «un día muy triste para todos los paterneros y paterneras». «Se nos ha ido el síndic i ‘Mestre de Traca’, un hombre querido y respetado por todos los que amamos el fuego y que, sin duda, ha sido el mejor embajador de nuestra Cordà», indicó el primer edil.

El fallecimiento de Pepín Damián cayó como un mazazo en el mundo de la fiesta de Paterna. Vicent Pla, ‘Curro’, actual ‘coeter major’, reconocía que «todavía no queremos creer que Pepín se ha ido». El ‘coeter’ destacaba al fallecido como «una buena persona, un buen amigo y un gran maestro de la gente veterana que participa en la Cordà». Curro señalaba que Pepín «ha hecho mucho por la fiesta y por la Cordà, más de lo que la gente se cree, gastando dinero de su bolsillo por y para la fiesta» y avanzaba que cuando «se pueda, se le rendirá el homenaje que Pepín merece».

Por su parte, Toni Monrabal, ‘El Cotito’, fue quien sucedió a Pepín Damián como ‘coeter major’ en 2015. «Si Pepín no hubiera existido, no existiría la Cordà», resumía. Para «el Cotito», Pepín era el hombre que «en los momentos en los que se dejaron de hacer ‘cordaes’ en los pueblos, él invirtió tiempo y dinero en impulsar la cultura del fuego en Paterna. Ha vivido por y para la Cordà». Como anécdota, recordaba como con 17 años, «Pepín me dijo que marchara de la calle Mayor porque era menor y no podía participar. Me di la vuelta, regresé y participé. Desde entonces contó siempre conmigo».

Cesar Andreu, presidente de Interpenyes, destacaba que el nombre de Pepín Damián, al que califica como maestro, «irá siempre unido a la Cordà y sin él, no seríamos lo que somos». Andreu recuerda el principal consejo que siempre les daba: «hay que participar, disfrutar y divertirse pero lo más importante es la salud y que todos acabéis sanos».

Desde Intercomparsas, su presidenta, María Ángeles Salvador, resaltaba el papel protagonista de Pepín en la fiesta. «Mi tío fue el primer capitán moro de las fiestas, hace ahora 40 años y fue el cofundador de la comparsa mora Alhama», apuntaba.

La dirigente señalaba que Pepín «siempre fue un apasionado del fuego desde muy joven y se enroló en las clavarías para participar en la Cordà, ya que antes estaba organizada por los clavarios. Pepín era un enamorado del fuego y de su pueblo, y ha sido el mejor embajador en el tema de la pólvora». A nivel personal, aseguraba que el ‘coeter major emèrit’ era «campechano, generoso, espléndido y siempre con la sonrisa en la boca».

«Pepín vivía por y para la Cordà; que su espíritu de lucha permanezca»

La muerte de Pepín Damián también fue un jarro de agua fría en la comarca, donde decenas de asociaciones conocían al ‘coeter major emèrit’. Juan García Estellés, presidente de CREValencia, recordaba a Damián «como una persona que vivía por y para la pólvora; era su vida. Pepín ha sido un grande y su muerte es un palo muy duro», afirmaba. Estellés señalaba que Pepín «era todo corazón, gran persona y un enamorado de su pueblo»

Damián Taberner, presidente de Amics de la Cordà de Alaquàs, recordaba al ‘coeter major’como una persona «amable, de la tierra, con empatía y con una atención exquisita cuando hable con él para intentar participar en la Cordà de Paterna».

Por su parte, Pep Santolaria, del Coet de Picanya, destacaba su «gran personalidad y amabilidad», además de ser «una persona que ha defendido las tradiciones del fuego a muerte y la Cordà de Paterna era su vida». Santolaria resaltaba que «siempre se ofreció a ayudarnos en lo que necesitáramos».

Xavier Torres, presidente de Amics de la Passejà de Quart, incidía en que Pepín Damián «llevó el nombre de la Cordà por todo el mundo y contribuyó a ensalzar la pasión de los pueblos por la pólvora».

Desde la Asociación Cultural y Festera El Fugidor, de Picassent, su presidente Carlos Chanzà recordaba los inicios de su peña, allá por el 2004, y los consejos que les dio Pepín Damián. «Nos habló de seguridad y las historias de la Cordà y de las muchas cosas que tuvo que hacer para que siguiera celebrándose», relataba.

Juanlu Rodrigo, presidente de la FederCre, ensalzaba la «gran labor de recuperación y mantenimiento de los actos del fuego» que hizo Damián. Así, esperaba que el «esfuerzo y dedicación de Pepín no caiga en balde y sus sucesores tengan ese espíritu de lucha para que la fiesta permanezca». 

Daniel Claver, de la Federación Amics del Coet, recordaba que Pepín fue uno de los impulsores de Fevac y destacaba al ‘coeter major’ como «una buena persona, de carácter amable y muy cercano».