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"Ya tengo para pagar el alquiler social pero la pesadilla no ha terminado"

El vecino al que la Mancomunitat embargó un subsidio por no pagar una multa, recibe 400 euros del consistorio pero es citado por una deuda de 1.955 euros de gastos de comunidad

"Ya tengo para pagar el alquiler social pero la pesadilla no ha terminado"

Lisardo Salazar ve algo de luz al final de túnel después de que ayer por la mañana acudiera al Ayuntamiento de Catarroja y le fueran entregados 400 euros, que es justo el dinero que tenía en su cuenta -corresponden a la pensión que recibe por estar de baja laboral por enfermedad- cuando la Mancomunidad de l’Horta Sud le embargó al no pagar una multa de fotorrojos que ascendía a 240 euros. Con esos 400 euros salidos de una partida de alcaldía destinada a emergencia social, podrá hacer frente al alquiler social de 200 euros, después de que este verano tuviera que entregar su casa al banco, en dación de pago, al no poder asumir la hipoteca, que llevaba pagando 20 años.

«Gracias al ayuntamiento puedo pagar el alquiler aunque lo que de verdad me gustaría es que la Mancomunitat se retracte y quite la multa porque, como yo, hay muchas. Hay mucha gente que lo esta pasando mal y hacer pagar por un sistema de legalidad dudosa que se hizo con un único fin recaudatorio esto es una injusticia», reflexiona.

Como muchos otros trabajadores, Lisardo vio como la crisis económica se llevaba todos sus ahorros invertidos en una empresa textil. Y comenzó su pesadilla «que aún no ha terminado». Este vecino de Catarroja dice que justo después de salir del consistorio, tuvo que acudir a por unacitación en el juzgado ante una denuncia por impago de la comunidad de vecinos que asciende a 1.955,32 euros. «No lo entiendo. Cuando le di al banco mi piso en dación de pago me dijeron que asumían todas las deudas queteníacontraidas, y ahora me llega esto que no puedo pagar», explicaba.

«Aún quedan ángeles»

Además de la ayuda municipal Lisardo recibió ayer la visita de una persona que se ha ofrecido a ayudarle en lo que necesite. «Aún quedan ángeles en la tierra. Se lo he agradecido muchísimo», reconoce emocionado.

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