El pleno de Massamagrell tendrá que volver a debatir esta semana, casi con toda seguridad, sobre la calle que la población tiene dedicada a Joan Fuster en uno de sus accesos. Si hace unos días, la corporación decidía, a propuesta de la formación de ultraderecha Vox, quitarle la calle al autor de “Nosaltres els valencians”, para dársela al fallecido edil del PP Enrique Senent, gracias a la abstención del PSOE, que gobierna, ahora el alcalde Paco Gómez ha convocado un pleno extraordinario para este jueves donde tratará de revertir el acuerdo.

Diversas fuentes han apuntado que han sido las presiones internas de su propio partido, el PSPV, las que han forzado al Gómez a rectificar. Si bien la decisión generó enorme revuelo entre sectores culturales e intelectuales valencianos, así como entre la clase política de la izquierda, el malestar en las filas socialistas llegó hasta el más alto nivel autonómico, no solo porque el acuerdo suponía quitarle la calle a Joan Fuster sino porque la propuesta venía de Vox.

El alcalde, Paco Gómez, reconoce que ha recibido muchas llamadas de su partido en este sentido aunque afirma que la auténtica razón para este cambio de planteamiento es que “los propios hijos de Senent están muy disgustados por la utilización que se ha hecho de su padre y porque se le homenajee de esa manera y no quieren una calle para él a costa de esto”.

En el pleno, celebrado la pasada semana, la formación de extrema derecha planteó quitarle la calle a Fuster para dársela a Senent, al que el pleno ya había acordado en verano homenajear bautizando una vía con su nombre, sin especificar donde. La moción era “políticamente correcta”, según consideraron algunas de las otras fuerzas políticas. A la propuesta se sumaron el Partido Popular (cuyo líder i exalcalde Miguel Bailach no asistió por estar enfermo), Ciudadanos y Units per Massamagrell. El PSOE se abstuvo mientras que Compromís y Unidas Podemos votaron en contra. De hecho, fue el portavoz de la formación nacionalista Pep Galarza el que dio la voz de alerta públicamente.

Un día más tarde, el edil de Vox se jactaba en las redes sociales de haber conseguido que se le quitara una calle a Fuster, al que llegó a comparar con el golpista Tejero o con Bin Laden. Y Compromís, a través de Pep Galarza, lamentó la “debilidad” del PSPV. Mientras las críticas en las propias filas socialistas crecían, el alcalde Paco Gómez salió al paso y el pasado viernes presentó por registro una moción para darle al centro cultural el nombre de Joan Fuster. Para sacar adelante la propuesta, dado que gobierna en minoría, habría necesitado al menos los votos de las fuerzas de izquierdas del pleno.

Sobre esta propuesta, de la que informó Levante-EMV, Vox ha sido la primera fuerza que se ha pronunciado para defender que “este nombre debería ser por consenso pues la casa de la cultura es la casa de todos y deberían ser los vecinos los que votaran”, tal y como figura en la contramoción que este partido ya ha presentado.

Pero tres días después y tras un fin de semana en el que el malestar ha ido creciendo en el PSPV y en la propia familia de Senent, Paco Gómez ha convocado un pleno para el jueves a las 19 horas, de carácter telemático, en el que además del punto para validar la celebración de la sesión, solo figura en el orden del día la propuesta de encargar a una comisión técnica que busque el lugar más idóneo para dar el nombre del edil del PP fallecido a una calle o plaza, que incluirá la revocación de la moción de Vox. El alcalde necesita los votos de otras formaciones al tener solo cinco concejales de los 17 de la corporación. “He hablado con todos los portavoces y están todos de acuerdo. Nos sentimos todos bastante utilizados”, afirma el alcalde.

Por su parte, el concejal de Compromís, Pep Galarza, ha indicado que ha tenido conocimiento a través del alcalde de la convocatoria del pleno y afirma que su colectivo “estudiará la propuesta”. Aunque, de entrada, el edil es partidario de revocar ese acuerdo, prefiere esperar a ver “qué se propone en concreto” antes de decidir su voto “después de este espectáculo tan kafkiano”. Galarza está convencido de que “han sido las presiones de las alturas del PSPV” las que han provocado dos cambios de opinión del PSOE local en apenas tres días. “Lo peor de todo es que esto pilla por medio a Enrique Senent, una persona a la que el pueblo quería y que siempre sabía separar la política de lo personal. Pero el reconocimiento que le hagamos tiene que ser por consenso y liderado por su grupo que es el Partido Popular, y no por Vox”.