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Memorialistas piden que Picanya adquiera l’Hort de les Palmes

El edificio está en manos privadas y necesita una rehabilitación

L’Hort de les Palmes, con el monolito colocado recientemente, conmemorativo del episodio histórico que albergó. | NOMBRE FEQWIEOTÓGRAFO

El traslado del Gobierno de la República a València, durante la guerra civil, ha dejado en la ciudad y en la comarca de l’Horta numerosos vestigios de acontecimientos históricos de relevancia estatal, con los que se identifican determinados edificios. Es el caso de l’Hort de les Palmes, en el término de Picanya, cerca del límite con Paiporta. Las investigaciones de Cristina Escrivà, por un lado, y Wilson Ferrús, por otro, permitieron documentar que este ‘hort de tarongers’ acogió durante el conflicto bélico la llamada «Residencia de Señoritas», es decir, la sección femenina de la Institución de Libre Enseñanza del Gobierno, fundada por María de Maeztu, por la que pasaron las grandes pensadoras e intelectuales del momento. La institución está considerada como el símbolo de las políticas de igualdad de aquellos gobiernos.

Con motivo de la conmemoración de los 90 años de la problamación de la II República, tanto Ferrús como Escrivà han aprovechado para animar al Ayuntamiento de Picanya a que adquiera el edificio para desarrollar en él actividades culturales, con perspectiva de género y vinculadas a la memoria histórica. A esta reivindicación también se suma el presidente del Centre d’Estudis Locals (CEL) de Picanya, Alfred Ramos, también presidente de l’Institut d’Estudis Comarcals (Ideco) de l’Horta Sud. Los tres animan además a otras instituciones a respaldar al consistorio en esta operación.

Para Cristina Escrivá, es necesario recuperar el inmueble para el uso público porque «es un lugar importantísimo para la historia de las mujeres y no hay demasiados espacios de referencia donde las mujeres estuvieran trabajando por la cultura, la paz y la educación». Para esta investigadora, que además es la presidenta del Instituto Obrero, el inmueble permitiría desarrollar actividades culturales, tener una biblioteca especializada en temas históricos de las mujeres,y ofrecer una programación abierta a todo el mundo, desde la perspectiva de género. Respecto a laadquisión, Escrivà c onsidera que si la compra no fuera posible, se podrían buscar fórmulas como una fundación con la propiedad.

Por su parte, Ferrús ve «muy viable» la adquisición porque en los últimos tiempos ha detectado esa voluntad tanto pot parte de la propiedad como de la instituciòn local. Además, el investigador está convencido de que la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Memoria Democrática respaldaría económicamente la operación «por la sensibilidad actual que existe» y podría llegarse a un precio justo para los dueños pero asumible por la administración pública. Wilson Ferrús incide en que la adquisición posibilitaría la restauración del edificio y el recinto, así como su protección, ya que la inversión necesaria «difícilmente podrá realizarse por la propiedad privada, por lo que puede acabar desapareciendo». Ferrús aboga porque tenga un uso relacionado con la memoria histórica no solo de ámbito local sino comarcal y apunta «la cantidad» de documentos que tanto él como Escrivá podrían aportar.

Por su parte, Alfred Ramos defiende también la compra por parte de las instituciones públicas, un proceso que ha de liderar, en su opinión, el Ayuntamiento de Picanya. «L’Hort de les Palmes significa historia, el trabajo de las mujeres y la lucha por la igualdad a través de la educación» , valora. El presidente del CEL esgrime que el propio edificio ya tiene valor «y ha quedado prácticamente dentro del casco urbano», lo que permitiría en el futuro que albergar un centro cívico, biblioteca, espacios expositivos y también una parte dedicada a explicar el uso que tuvo y a actividades de memoria histórica.

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