El Charco quemará su falla sin reconstruirla

Horas después de la noche fatídica en el Charco de Catarroja, cuando el fuerte viento causó la caída al suelo de su falla principal durante el momento de la plantà causando un herido leve con una rotura de menisco que fue aplastado por el monumento, los miembros de la comisión aún mantenían ayer la tensión en el cuerpo recordando lo que podía haber pasado, aunque también era momento de reflexionar y mirar hacia adelante para solucionar problemas.

El principal es la ‘cremà’. El desplome de la falla hizo que ésta se desplazara, aproximándose parte del monumento principal a una de las fincas, lo que provocaba dudas sobre el procedimiento a seguir para el último día. El jefe de bomberos de Catarroja, José Vicente Balbastre, tras valorar «in situ» la situación , decidió «no desplazar el monumento ni romperlo». Consideramos que aunque hay parte de la falla que esta próxima a uno de los balcones de la finca, la altura es muy pequeña y por tanto se realizará una cremà controlada para que no suba en exceso la llama y no provoque daños materiales», explicó a Levante-EMV.

Ayer no solo pasó por la falla el Charco el jefe de de bomberos. Todos los agentes implicados en la fiesta quisieron comprobar el estado del monumento a plena luz el día, entre ellos el alcalde, Jesús Monzó, y el edil, Martí Raga, sin poder creer lo que había pasado en tan solo nos segundos. «Yo estaba poniendo una flor en uno de los remates subido a una escalera cuando literalmente vino una ráfaga de aire y salí volando por los aires», explicaba Mauricio Moreira, artista del monumento afectado, que rememoraba el momento. «Es que fue como un pequeño tornado que levantó todo el monumento y lo desplazó tirándolo al suelo, no lo puedo entender, con la cantidad de peso que hay puesto en la base. He estado toda la noche pensando en si ha sido un error mío», explicaba el artista, que lleva plantando en esta comisión desde 2011. El creador lamentaba todo el trabajo perdido en este año en el que lo han pasando mal, «aunque sinceramente lo más importante es que solo haya habido un herido porque podría haber sido una catástrofe». «Empezó a gritar la gente y ese momento fue horrible porque no sabíamos quien había abajo», dijo.

Uno de los más afectados fue el padre de la fallera mayor, Alba Miquel, que miraba el monumento y se llevaba las manos a la cabeza. «No paro de pensar en lo que le podía haber pasado a mi hija. Cuando vio que la falla se caía, se quedó quieta y tuvo la suerte de que se quedó justo atrapada en el hueco entre los dos remates. Si llega a quedarse unos metros más para allá...», imposible continuar. Al menos repite como máxima representante en las fallas de marzo de 2022 y se aferra a esa ilusión. «Físicamente está bien. Solo tiene un pequeño golpe en el pie. Ha sido más el daño moral», decía.

El vicepresidente del Charco, Juan López, prefería sacar la parte positiva. «Por suerte no había mucha gente alrededor de la falla porque estábamos la mayoría cenando. Esta comisión ya ha demostrado que sabe salir de las situaciones difíciles, que nos reforzamos y ya lo demostramos en 1988 cuando se cayó un remate», señala. «No nos merecíamos esto», señalaba entre lágrimas otra fallera de la comisión, «con el año tan duro que hemos tenido».