El primer estudio realizado sobre las viviendas del barrio del Alter Vell de Torrent (junto a la calle Ramón y Cajal), de forma voluntaria por el vecindario, ha puesto de manifiesto una realidad «alarmante» que ya venían denunciando los colectivos de la zona: más del 34% de los inmuebles están deshabitados y cerrados, una cifra muy superior a la que debería generar ya una alerta en las instituciones públicas. En cifras, en las 34 manzanas que componen este céntrico barrio, con una población global que supera las 2.200 personas, un total de 124 unidades (casas individuales, de dos viviendas o bloques de pisos) están vacías en estos momentos.
El trabajo de campo lo ha realizado la Asociación de Amigos y Amigas del Barrio del Alter Vell, a raíz de la asamblea ciudadana convocada hace unas semanas en la que se reclamó nuevamente un plan integral para el barrio y un grupo de residentes se comprometió a elaborar un documento para presentar al ayuntamiento.
El inventario de viviendas vacías, infravivienda y locales se ha llevado a cabo durante el mes de noviembre de 2021, a través de un proceso participativo, en el que además de recorrer calle por calle para realizar reconocimientos visuales, se ha recogido «información de la propia vecindad».
El objetivo era «determinar el alcance del fenómeno de la vivienda vacía». Tras detectar las 124 unidades totalmente deshabitadas, la asociación aclara que «se podrían sumar muchas más viviendas que no presentan las mismas evidencias de estar vacías o abandonadas». «En la mayoría de los casos, estas casas tienen un deterioro importante en sus fachadas, con puertas y ventanas tapiadas, y algunas con peligro de desprendimiento de algunos elementos y el peligro que significa para los viandantes», valoran en la asociación. Además, en el estudio se refleja que «algunas de ellas son infraviviendas, sobre todo aquellas casas que han sido ocupadas, aunque son las menos».
De las 34 manzanas que componen el barrio del Alter Vell, aunque todas «sin excepción» tienen casas deshabitadas, un total de 14 concentran el mayor volumen, que corresponde a las calles Santíssim Crist, Aldaia, Manises, San Gaietà, Sant Blai, Beniparrell, Silla, Sant Josep, Sant Vicent Ferrer, Catarroja, Santa Bárbara y Abastidors. En una de las manzanas, situada entre las calles Santa Llúcia y Alaquàs, existe además un bloque de viviendas sin terminar desde hace años, que ha sufrido actos vandálicos y que aporta «un aspecto de degradación al barrio importante».
«La mayoría de estas viviendas no se encuentran en oferta de ningún tipo, ni de venta, ni de alquiler por parte de sus propietarios/as», matizan en la asociación, un hecho que dificulta que puedan ser utilizadas.
Además, en el estudio se contabilizan un total de 25 solares de distinta superficie y otros 49 desocupados, la mayoría en las vías principales y las zonas más comerciales que envuelven el barrio como son la calle Gómez Ferrer y la calle Valencia.
Entre las conclusiones, se reclaman políticas para revertir la situación, que atraigan «a nuevos vecinos» y fomento de medidas como el cohousing, planes de ayudas a la rehabilitación y apoyo y asesoramiento a una población mayoritariamente mayor, que no puede costear reformas por ingresos bajos y tiene dificultades para realizar trámites de petición de ayudas.
