El Padre Botella, párroco que en los años 50 del siglo pasado ejerció su ministerio en el barrio de Cantereria de Burjassot y en la vecinas pedanías de Benimàmet y Beniferri, ya tiene dedicada una vía pública en las inmediaciones del parque Camales, en Benimàmet. “Calle del Reverendo Joaquín Sancho Albesa (Padre Botella)”, reza la placa que, a instancias de 14 entidades de Benimàmet, Beniferri y Cantereria, oficializó el domingo por la tarde el Ayuntamiento de València en reconocimiento a la ingente labor social que, con la consigna “Cada botella, un ladrillo”, llevó a cabo en una de las demarcaciones económicamente más necesitadas del área metropolitana el titular de la iglesia de la Natividad de Nuestra Señora de Burjassot.

Los actos en homenaje al hombre que, mediante el canje de envases de vidrio, logró crear una guardería y una escuela taller de adultos –precedentes del actual colegio de la Natividad– y edificar 107 viviendas dignas para familias sin casa, o que vivían en las cuevas del parque Camales, arrancaron en la parroquia.

 

Allí los vecinos tuvieron ocasión de escuchar el testimonio de diversas personas que conocieron al Padre Botella. Así su hermana María destacó que “Joaquín fue un luchador siempre del lado de los más necesitados, ayudó a unir al barrio y dejó la semilla plantada para que otros la cultivaran y recogieran el fruto”. Por su parte, el párroco de la Natividad, Miguel Ángel Vives, recordó que “el Padre Botella empezó con nuestro colegio, promovió viviendas de protección social e inventó el reciclaje antes que existiese la palabra ‘reciclar’. Fue pionero en muchos aspectos. Tenemos mucho que aprender de él”. 

  A continuación, un pasacalle –amenizado con ‘tabal i dolçaina’– recorrió los barrios de Cantereria y Benimàmet hasta llegar a la vía pública en honor de Joaquín Sancho Albesa. El nuevo rótulo del callejero se halla en la prolongación de la calle Cuevas Pedrereta, entre las llamadas “fincas del Padre Botella”.