Dentro del proceso de desaparición del número de oficinas bancarias que están sufriendo las ciudades y especialmente determinados barrios, acaba de cerrar la penúltima entidad bancaria que estaba instalada en el Barrio del Cristo. Por ello, la Mancomunidad ha remitido un escrito a la dirección central de Caixabank, a la que pertenecía, solicitando explicaciones por el cierre de la sucursal en la barriada, perteneciente a Aldaia y Quart de Poblet. La clausura ha provocado que personas mayores no hayan podido retirar todavía la prestación de su pensión. El área se queda con una sola oficina.

Según explica, el concejal delegado de la mancomunidad, José Zapata, a finales de julio la oficina anunció que cerraría temporalmente con motivo de unas obras de desagüe en el edificio donde se encuentra. Días después, la entidad bancaria envió un correo electrónico a toda la clientela informándole de que permanecería cerrada del 1 al 31 de agosto por vacaciones. Y días antes de dicha fecha, se informó a las personas usuarias del cierre definitivo y de la asignación desde de septiembre a la oficina de Aldaia, situada en la plaza Constitución, muy lejana al Barrio del Cristo. “Nos dijeron que dejarían los cajeros, pero también los han desactivado”, denuncia el dirigente político.

“El Barrio del Cristo, y su gobierno, están indignados por la forma de proceder de esta entidad, ya que el cierre lo ha hecho mediante excusas y argumentando razones para alargar los plazos y no hacer el cierre de manera directa”, lamentan desde la mancomunidad. El concejal delegado explica que Caixabank “es una entidad en la que más del 80% de la población es cliente de forma directa, dónde la mayoría de nuestras personas mayores - unas 1.300 en el barrio sobre una población global de 7.400 habitantes - cobran su pensión y realizan sus pagos y gestiones, dónde se realizan los pagos de las actividades, dónde se ha gestionado las cuestiones económicas del amplio entramado empresarial de nuestro polígono. Hay gente mayor que no ha podido cobrar la pensión todavía porque no sabe dónde tiene que ir”.

Y claro, la situación ha generado las quejas del vecindario. “Durante el día de hoy, hasta treinta personas se han acercado a la Mancomunidad para denunciar que se han quedado sin banco”, revela Zapata. Por ello, “el equipo de gobierno ha estado intentando ponerse en contacto con los responsables del cierre, cuestión que no se les ha facilitado desde la oficina de referencia. No obstante, se ha realizado un escrito a la dirección solicitando información e instando a una solución, ya que la citada entidad bancaria ha realizado este cierre argumentando varias excusas".

Ahora, solo Caixa Popular mantiene una oficina bancaria en la zona. De hecho, este jueves ya ha recibido consultas de posibles clientes tras el cierre de Caixa Bank.