Francia

París baja los brazos en la lucha contra las ratas: intentará convivir con ellas

“Estamos examinando la cuestión de la cohabitación”, aseguró hace unos días la concejal responsable de Sanidad, la ecologista Anne Souyris, durante un consejo municipal

Una rata bajo una moto en la ciudad.

Una rata bajo una moto en la ciudad. / Juli Gimenez

Enric Bonet

¿Matar las ratas o dejarlas que vivan en las alcantarillas (y aprender a no tenerles una fobia casi irracional)? Es un tema recurrente y aún más en París. La abundante presencia de estos roedores en la capital francesa suscita polémicas todos los años. La alcaldesa socialista Anne Hidalgo, criticada a menudo por la derecha por la suciedad —aunque sus calles están bastante más limpias que las de Madrid o Barcelona—, contempla una opción que generará más de una carcajada: ayudar a los parisinos a convivir con sus vecinas ratoneras.

El Ayuntamiento de París impulsará un grupo de trabajo sobre la “cohabitación” con las ratas. “Estamos examinando la cuestión de la cohabitación”, aseguró hace unos días la concejal responsable de Sanidad, la ecologista Anne Souyris, durante un consejo municipal. Después de ser preguntada por un representante opositor de Los Republicanos (afines al PP) sobre la creación de “un plan más ambicioso de lucha contra la proliferación de ratas”, Souyris anunció que habían decidido crear este comité de “cohabitación”. Su objetivo consistirá en ser “al mismo tiempo eficaces e intentar que (la presencia de las ratas) no resulte insoportable para los parisinos”.

Esta medida parece a primera vista una extravagancia, aunque en realidad supondrá no destinar más recursos públicos en poner más trampas y veneno contra las ratas. Además de la compra de “miles de nuevas basuras” y de trampas letales, la municipalidad impulsará una campaña de prevención y multas a los habitantes. Los comportamientos incívicos representan “la principal causa de la exteriorización y de la multiplicación de las ratas”, recordó Souyris. El Ayuntamiento también colabora, junto con el Museo de Historia Natural, el instituto Pasteur y la Sorbona, en un proyecto de investigación de “lucha contra los prejuicios para ayudar a los parisinos a convivir con las ratas”.

“No suponen un problema de salud pública”

Como era previsible, estas decisiones han indignado a la oposición municipal de derechas, mientras han sido aplaudidas por colectivos animalistas, como Paris Animaux Zoopolis, que pide “métodos no letales”. Las ratas “no suponen un problema de salud pública”, defendió la concejal de Sanidad. Recordó que, aparte del contagio de leptospirosis con aquellos humanos que más suelen estar en contacto con ellas, como los basureros, que se vacunan contra esta infección, pocas enfermedades transmiten actualmente las ratas a las personas.

Debido a su densidad urbana —es la ciudad más densamente poblada de Europa — y la cantidad de residuos que genera, la presencia de las ratas resulta un clásico en París. Esta creció en las últimas décadas por motivos diversos, desde la instalación de papeleras transparentes por la amenaza terrorista (pero más fácilmente accesibles para estos roedores) hasta el hecho de que las ratas parisinas dejaron de tener miedo a la presencia humana y se acostumbraron a ella. 

Cualquier visitante de la capital francesa se cruzará fácilmente con una rata. Algunos considerarán que esto le quita glamour a la capital francesa, pero esto no se ve reflejado en los datos. París no es solo la ciudad más visitada en el mundo, sino que también ha recuperado las cifras de turistas previas a la pandemia después de un incremento del 27% entre enero y abril de este año. Con ratas en sus calles o sin ellas, la Ciudad de la Luz continúa atrayendo a ciudadanos de todo el mundo.