El Mercosur reitera sus diferencias con la UE y presentará una contrapropuesta

El bloque económico mantiene en suspenso la ratificación del acuerdo suscrito hace cuatro años

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, saluda a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre del Mercosur, este martes en Puerto Iguazú (Argentina).

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, saluda a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la cumbre del Mercosur, este martes en Puerto Iguazú (Argentina). / JUAN IGNACIO RONCORONI / EFE

Abel Gilbert

Argentina y Brasil, los socios mayoritarios del Mercosur, que también integran Uruguay y Paraguay, volvieron este martes a plantear las discrepancias con la Unión Europea (UE) que mantienen en suspenso la ratificación del acuerdo suscrito hace cuatro años por ambos bloques. El encuentro de Puerto Iguazú, 1.270 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, no hizo más que amplificar las posiciones que Luiz Inácio Lula da Silva y Alberto Fernández le transmitieron hace tres semanas a la titular de la Comisión EuropeaUrsula von der Leyen.

"El Instrumento Adicional presentado por la Unión Europea en marzo de este año es inaceptable", dijo Lula sobre las exigencias medioambientales para que comience a funcionar la zona de libre comercio. "No puedes pensar que un socio comercial tuyo te puede imponer condiciones: 'Si no haces tal cosa te voy a castigar, si no cumples con el acuerdo de París te voy a castigar'. Resulta que los países ricos no cumplen ninguno de los acuerdos", dijo en relación a los protocolos de Kioto, París y Río de Janeiro. "No tenemos interés en acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materias primas, minerales y petróleo. Sentémonos, superemos nuestras diferencias y veamos qué es bueno para los europeos, para los latinoamericanos, para el Mercosur y para Brasil".

La UE y el Mercosur iniciaron sus negociaciones en 1999. Dos décadas más tarde, cuando gobernaban en Argentina y Brasil los presidentes Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, se llegó a un entendimiento final que debía ser revalidado por ambas partes. La presencia de la ultraderecha en Brasil supuso un nuevo momento de las relaciones. Las discusiones volvieron abrirse en medio de la pandemia con nuevas demandas de ambas partes negociadoras. En ese contexto, la UE pidió garantizar que la exportación de materias primas con problemas medioambientales se considere una violación sujeta a sanciones. "No es posible que haya una carta adicional amenazando a un socio estratégico", dijo Lula cuando visitó París, a fines de marzo pasado.

El presidente brasileño anunció que este miércoles hablará por teléfono con Pedro Sánchez, que ahora ostenta la presidencia de turno de la IE. "Hablaré con él porque él creo que es importante seguir discutiendo y que España ayude a lograr este acuerdo", dijo Lula.

Contrapropuesta

El ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, adelantó que, en pocos días, el Mercosur presentará "una contrapropuesta con el objetivo de destrabar las negociaciones birregionales". Las palabras de los presidentes de los dos países más importantes del bloque subregional fueron escuchadas como un anticipo de lo que se planteará el próximo 17 de julio en Bruselas en el marco de la reunión entre la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Europa confía en redinamizar su papel regional en momentos de sostenido avance de China.

La Unión Europea plantea elevar la relación con América Latina a un nivel más político

"Tenemos una visión crítica de lo que se acordó entonces. Aquello fue el fruto de un esfuerzo muy desigual entre las partes. Así, el Mercosur fue el que más cedió siendo el bloque con menor nivel de desarrollo relativo en el acuerdo”, señaló en tanto Fernández, al abrir la cumbre de Puerto Iguazú. "La presentación de nuevas demandas en materia ambiental, luego de prácticamente cuatro años durante los cuales el proceso negociador estuvo virtualmente detenido por diferencias políticas internas en Europa, nos presenta una visión parcial del desarrollo sostenible".

El contenido de las intervenciones de Fernández y Lula ya había sido anticipado en la reunión a nivel de ministros de Exteriores de la víspera. "El acuerdo refleja un esfuerzo desigual entre bloques asimétricos y no responde al escenario internacional actual. Europa nos pide cambios, pero no nos dice cómo los vamos a implementar", había dicho el lunes el argentino Santiago Cafiero. "El PIB de la UE es aproximadamente 6 veces más grande que el del Mercosur". No obstante, Cafiero defendió la necesidad del acuerdo. "La profundización del vínculo entre el Mercosur y la UE es una señal política necesaria, en un contexto internacional de conflicto e incertidumbre crecientes". En ese sentido destacó que la asociación favorecerá la llegada de inversiones "en sectores estratégicos" como la energía, los servicios basados en el conocimiento, la salud y los alimentos.

Disidencia uruguaya

Los discursos de Lula y Fernández no encuentran buena recepción en Uruguay. Su presidente, Luis Lacalle Pou, suele sostener que el Mercosur se encuentra empantanado y no llega a rubricar alianzas con las principales potencias económicas y comerciales del mundo. Lacalle pidió especialmente a Lula que "sea optimista en relación al acuerdo". Y lanzó una advertencia a sus socios. "Cuando veamos que no avanzamos juntos, lo vamos a hacer unilateralmente".

La cumbre de Puerto Iguazú sacó a la luz las diferencias políticas que existen entre Argentina y Brasil, de un lado, y los otros dos socios, en relación a lo que ocurre en Venezuela, un país que ha sido suspendido del Mercosur. El paraguayo Mario Abdo, y Lacalle Pou, de Uruguay, reclamaron a Lula y Fernández que el bloque condene el intento de inhabilitación de la candidatura presidencial de María Corina Machado. "Se tiene que dar una señal clara para que el pueblo venezolano se encamine a una democracia plena que hoy no tiene", señaló al respecto el mandatario uruguayo.