Elecciones

El europeísmo y el populismo prorruso se disputarán la presidencia eslovaca en la ronda de desempate

El liberal Korcok supera ligeramente a Pellegrini, el candidato afín al primer ministro Fico

Una mujer deposita su voto en una urna en Bratislava.

Una mujer deposita su voto en una urna en Bratislava. / EFE

Gemma Casadevall

El candidato europeísta Ivan Korcok y el representante del populismo prorruso Peter Pellegrini, afín al primer ministro Robert Fico, y se disputarán la presidencia de Eslovaquia en la segunda vuelta electoral, que tendrá lugar el próximo 6 de abril. El más votado en la primera vuelta fue Korcok, con un 40 % de los votos, uno por encima de su rival, según los datos difundidos por el canal RTVS una vez escrutados el 90 % de los distritos electorales.

Unos 4,4 millones de electores estaban convocados este sábado a la primera ronda de sus comicios presidenciales marcados por la situación en Ucrania, con la que Eslovaquia comparte 97 kilómetros de frontera. Seguir prestando o no apoyo militar y humanitario al país vecino, en un momento de máxima tensión con Moscú, era la cuestión fundamental en estos comicios, que se celebraron seis meses después del regreso a la jefatura del gobierno de Fico. Su línea, en lo que respecta a Rusia, es similar a la del ultranacionalista húngaro Viktor Orban, el gran aliado entre el bloque europeo del presidente Vladímir Putin.

Eran nueve los candidatos en esta primera vuelta y el más cercano a Fico era Pellegrini, exprimer ministro y presidente del Parlamento; como principal rival a su línea partía el extitular de Exteriores Korcok, quien aspira a suceder a Zuzana Caputova y ejercer como contrapeso pro-ucraniano a los propósitos de Fico.

Los comicios electorales cerraron a las 22.00 horas locales sin incidentes destacables, tras lo que se difundieron las estimaciones de RTVE.

"La gente sabe cuál es mi compromiso político. Es el momento de expresarlo con el voto", afirmó Korcok, al depositar su voto. "Aspirar a una mayor soberanía nacional no significa dar un giro radical a nuestra política exterior", dijo por su parte Pellegrini.

A Korcok, un diplomático muy rodado de 59 años, se le identifica con el continuismo europeísta respecto a Caputova, quien cinco años atrás se convirtió en primera mujer en la presidencia de Eslovaquia y que ahora renunció a optar a la reelección. Pellegrini, de 48 años y el político más popular del país, es la gran apuesta de Fico para apuntalar su dominio. Ambos proceden de la socialdemocracia, aunque mutados hacia un populismo prorruso que les hermana con el ultranacionalismo húngaro.

Movilizaciones contra la deriva de Fico

Korcok no ha escatimado críticas a la línea de Fico, lo mismo que ha hecho Caputova desde la presidencia. Esas críticas se plasmaron en la recta final de estas presidenciales en movilizaciones masivas contra los propósitos de Fico de reestructurar la radiotelevisión pública, lo que significaría hacerse con su control.

Pellegrini ha instado a Ucrania a un inmediato alto el fuego y a abrir negociaciones de paz con Moscú, lo que tanto para él como para Fico implicaría renunciar a parte de su territorio.

Ambos candidatos representaban la polarización política de Eslovaquia, país con 5,5 millones de habitantes -o 4,4 millones de electores-, que como los estados bálticos ingresó en la OTAN hace 20 años.

La campaña estuvo dominada por las acusaciones desde las filas de Fico contra la presidenta saliente, a la que se considera una "agente al servicio de Bruselas y Washington". Estos reproches eran extensivos a Korcok, quien de acceder a la presidencia ejercerá de contrapeso a Fico. El cargo presidencial es eminentemente representativo, aunque puede vetar determinadas leyes emanadas del Parlamento.

Apoyar o no a Ucrania ha sido la cuestión de la campaña electoral, en un país que perteneció al bloque soviético y pasó a integrarse en la OTAN y en la UE en 2004. Su ingreso se produjo en paralelo a los de Lituania, Letonia y Estonia, asimismo miembros de la Alianza desde hace 20 años. Pero mientras los tres países bálticos defienden la máxima solidaridad y apoyo a Ucrania, así como la fidelidad al atlantismo, en Eslovaquia la influencia de Orban se ha convertido en determinante.