El miércoles de la semana pasada, paseando por el paseo de la playa de Tavernes de la Valdigna, vimos caer una palmera grande delante de nosotros a escasos metros de donde ibamos paseando, dándonos un susto considerable. Nos fijamos en las demás palmeras y algunas de ellas estaban igual de deterioradas y secas como la que se había caído. El año pasado se cayó otra en el mismo paseo. ¿Tiene que pasar una desgracia y hacer daño a alguna persona para que se tomen medidas? No debemos permitir que haya irresponsabilidad de los que tienen que garantizar nuestra seguridad. Vicente Fuentes Paraíso. Madrid.