Tras las elecciones europeas, autonómicas y locales, el PP empezó a vender que la lista más votada formase gobierno en cada caso. Tiene lógica pues es un partido que monopoliza una amplia ideología (desde la más moderada hasta la extrema), y le beneficia la Ley d´Hondt al concentrar los votos. Con la victoria del PP en las generales, pero sin mayoría absoluta y seguido de cerca por PSOE y Podemos, implicaría que Rajoy formase gobierno y empezase a aplicar... ¿qué programa? Recordemos los acuerdos entre los partidos de la oposición, reflejados en sus respectivos programas, que implican: a) derogación de la reforma laboral, b) derogación de la Ley Wert (de educación), c) derogación de la ley mordaza.

¿Los representantes de la mayoría del pueblo español (al sumar votos) que ha apoyado el programa en el que incluyen la derogación de esas controvertidas leyes tendrían que aceptar las estrategias impuestas por el PP en la pasada legislatura y darlas por buenas? ¿O, si se propusiese su derogación, ese gobierno debería acatar la voluntad mayoritaria del Parlamento con lo que habría que retroceder el reloj de nuestro país, legislativamente hablando, a diciembre de 2011? Y, en esas condiciones, ¿con qué dignidad iban a seguir gobernando?

Querer gobernar en esa situación solo se puede deber al ansia de poder para mantener prebendas y/o ganar tiempo para que hayan prescrito muchas de las cosas que tanto les preocupan. José Ramón Díaz Sáenz. Bétera