Se decía hace algunos años que la única salida que le queda al capitalismo, dada la situación a la que hemos llegado, es hacerse más solidario, más social, más humano y más respetuoso con el medio ambiente, pero no solo no ha sido así, sino que ha tomado el sentido contrario. Los principios en los que se fundamenta le economía neoliberal pueden tener unas graves consecuencias, reducir la normativa legal a los especuladores y los hombres de negocios puede resultar devastador. Los ciudadanos siguen siendo un asunto secundario pero más empobrecidos, la macroeconomía sigue siendo lo esencial. La clase media está desapareciendo, mientras aumentan los ricos y los pobres y la brecha entre ambos se agranda. Los salarios son cada vez más bajos mientras los beneficios empresariales aumentan.

El panorama es desolador, con grandes masas empobrecidas mientras aumentan los millonarios. Los gobernantes dicen estar al servicio de los ciudadanos para conseguir votos pero su objetivo son las mayorías absolutas para meternos con calzador este modelo capitalista extremo y hacernos comulgar con ruedas de molino. Si el señor Trump no fuera tan ignorante, políticamente hablando, se daría cuenta de que este modelo del que él reniega, tiene mucho en común con sus principios. Luis Carlos Rada Álvarez. València.