Las denuncias policiales por incumplir las normas contra la covid se han disparado en las últimas semanas en la Comunitat Valenciana. Al mismo tiempo, el impacto de la pandemia sobre nuestro sistema sanitario se ha multiplicado exponencialmente y ya superamos los picos alcanzados durante la primera ola. Es evidente que o la información no llega bien a toda la ciudadanía o tenemos un número de irresponsables muy superior al imaginable viviendo entre nosotros. Y en esta tesitura, la pregunta es qué podemos hacer. En primer lugar, seguramente revisar las estrategias comunicativas, como elemento preventivo. Y en segundo lugar, aplicar medidas disuasorias efectivas. En este capítulo no entran solo las sanciones económicas, que pueden quedarse en nada si la persona sancionada es insolvente. Yo propongo que, al igual que los conductores borrachos deben prestar servicios a la comunidad, los sancionados en estos casos los presten en las unidades hospitalarias que atienden a los enfermos por covid. A ver si aprenden.