Parece que ha tenido que llegar una pandemia para darnos cuenta del turismo rural. Nos han tenido que prohibir salir del territorio para poner rumbo a los pueblos y montañas y dejar atrás el turismo de sol y playa. La mayoría de la gente ha decidido alejarse de las grandes ciudades e ir a los pueblos. La Serranía ha sido una de las comarcas donde ha aumentado notablemente la llegada de visitantes. Pueblos como Tuéjar, Chelva, Calles o Chulilla han recibido esta gran afluencia de gente en sus lugares mágicos como el río Tuéjar, la ruta del agua de Chelva, el acueducto de la Peña Cortada de Calles, o la ruta de los puentes colgantes de Chulilla.

Respirar aire puro, sin contaminación, silencio, vistas increíbles, fauna, flora, productos autóctonos de la zona... qué más queremos.